Sam Kanizay es un chico australiano de 16 años que se acercó a darse un chapuzón en Dendy Street Beach, Brighton, como solía hacer tantas otras veces tras un duro partido de fútbol.
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rel="nofollow noopener noreferrer">Facebook (Sam Kanizay)
Después de pasar una media hora en el agua, empezó a notar que tenía las piernas entumecidas, pero no le dio más importancia, pensando que se trataba del cansancio del partido.
Sin embargo, al salir del agua se dio cuenta de que tenía las piernas completamente cubiertas de sangre. Pensó que se habría rozado con alguna roca sin darse cuenta, pero lo cierto es que la sangre estaba uniformemente distribuida por toda su pierna. Lo que nunca imaginó fue lo que realmente le había ocurrido.
El chico se fue a casa y se enjuagó las piernas, pero no había manera de que dejaran de sangrar. Así que al rato, su padre le llevó al hospital.
Los médicos quedaron alucinados al ver lo que le había ocurrido al chico. Todos trataban de proponer una hipótesis, pero no daban con lo que podía haber sucedido. Como la heridas no dejaban de sangrar, lo ingresaron en el hospital.
El padre, molesto y preocupado por el misterio que rodeaba lo sucedido, decidió volver a la playa con un filete de carne cruda y una red. Lo que descubrió te quitará por completo las ganas de volver a bañarte en el mar. Una especie de piojos de mar se había "comido" las piernas de su hijo.
Se trataba de una especie de pequeñas criaturas de color blanco. El padre no dudó en llevarse algunas de ellas a casa y analizar su comportamiento. Curiosamente, estos pequeños organismos se aferraron a la carne durante toda la noche y no pararon de comérsela.
El científico marino Genefor Walker-Smith examinó detenidamente las pequeñas criaturas y dijo que creía que se trataba efectivamente de piojos marinos. Además les comunicó que probablemente fueran los culpables de las heridas de Sam y aseguró, que aunque no son muy conocidas y normalmente no muerden de forma tan masiva, pero son comunes en Australia y otras partes del mundo.
Aunque ha asegurado que el chico ha tenido mala suerte y que esto no suele ocurrir habitualmente, si que ha alertado a los nadadores para que traten de evitar acercarse a peces muertos, ya que este tipo de piojos se alimentan de ellos.
Un portavoz del Departamento de Medio Ambiente, Tierra, Agua y Planificación de Victoria dijo que las pulgas marinas eran una "parte común y natural de un ecosistema marino sano" y que encargan de "limpiar las aguas marinas consumiendo animales muertos y moribundos".
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Fuente: cnn / nydailynews