Los huevos son un ingrediente básico en muchos platos cotidianos pero a menudo se cocinan más de la cuenta y están secos y sin sabor. Además, es uno de los ingredientes más importantes de la cocina y son una gran fuente de proteína.
Sin embargo, a pesar de que los consumimos con mucha frecuencia, no tenemos claro cómo cocinarlos correctamente y cometemos muchos errores haciendo que el resultado no sea el que esperamos.
Afortunadamente, los errores comunes como el exceso de cocción son fáciles de corregir.
A continuación te dejamos los errores más comunes a la hora de cocinar los huevos. Huevos escalfados. No usar agua suficiente.
Debe haber suficiente agua en la olla para que el huevo flote libremente, generalmente 7 centímetros de profundidad. Si no hay suficiente agua, el huevo puede hundirse hasta la base del recipiente. Tener suficiente agua permite que el huevo permanezca suspendido.
Huevos fritos. 1- No cubrir la sartén.
No hay nada peor que terminar con una clara que moquea. Para tener un buen resultado cubre la sartén con aceite. Esto concentra el calor alrededor del huevo y te asegura que la parte superior de la clara esté cocinada mientras que la parte inferior se mantiene crujiente y la yema líquida.
2- Añadir los huevos a la sartén antes de que el aceite esté lo suficientemente caliente.
Al freír un huevo, el aceite debe estar muy caliente. Si no es así, los huevos no se freirán de manera uniforme y no tendrá los bordes crujientes y dorados.
Huevos revueltos. 1- Condimentar muy pronto.
Si agregas sal mientras se están cocinando, eso hace que se humedezcan y no se cocinen correctamente. En su lugar, añade la sal justo antes de servirlos.
2- Cocinar a fuego muy fuerte.
Los huevos son un alimento perfecto para hacer un gran desayuno cuando tienes poco tiempo, pero no te precipites y pongas el fuego muy alto para terminar antes. Te arriesgas a una cocción excesiva. También hay que tener en cuenta que los huevos siguen cocinándose cuando los apartes del calor.
3- No agitar lo suficiente.
Los huevos coagulan, y al prepararlos, si no se mueven lo suficiente, se formarán trozos gruesos y tendrás una sensación de goma en la boca muy desagradable. Para evitar esto, mantén los huevos en movimiento, lo que facilita que no cuajen.
Huevos duros. 1- Saltarse el paso del hielo.
Si no metes los huevos duros en un recipiente de agua con hielo justo al terminar de cocinarlos, probablemente sigan cocinándose y terminen demasiado cocidos. El agua helada detiene el proceso de cocción y también consigue que sea mucho más fácil pelarlos.
2- Cocinar mucho los huevos.
Seguro que alguna vez has terminado con las yemas secas y quebradizas con un color gris verdoso y que emiten un olor sulforoso. Para evitar eso, caliéntalos gradualmente en un cazo cubiertos por 2,5 centímetros de agua fría. Coloca la cacerola a fuego fuerte y deja cocer hasta que el agua comience a hervir. Retírala del fuego, tapa la olla y deja los huevos reposar durante 10 minutos para que las yemas estén ligeramente cremosas o 14 minutos para que las yemas estén duras pero no demasiado cocidas.
¡Ya no tienes excusa para no preparar unos deliciosos huevos a tus amigos! ¡No olvides compartir con todos tus amigos y familiares! Fuente: Thrillist | Thedailymeal