El otro día fui a calentar unas sobras de mi cena de la noche anterior en mi microondas. Cuando fui a meter el plato me di cuenta de que estaba asqueroso. En realidad, yo ya lo sabía, pero odio que llegue el momento de limpiarlo, me da mucha pereza ponerme a fregarlo.
Pero ese día decidí probar un truco que me enseñó una amiga para poder dejarlo como nuevo sin tener que fregar.
Sentía mucha curiosidad por saber si podría dejar mi microondas completamente limpio sólo con la ayuda de unos limones y un poco de agua.
Para este truco solo necesitas media taza de agua, un recipiente pequeño y un limón. Vertí el agua en el recipiente y después corté el limón por la mitad.
A continuación estrujé las dos partes del limón con todas mis fuerzas para que cayese todo el jugo posible en el recipiente. Cuando ya tenía ambas partes completamente estrujadas, eché ambas cáscaras al recipiente también.
Cuando tenía toda la mezcla lista, metí el recipiente en el microondas. Lo programé 3 minutos y comencé a rezar para que no estallase en mi propia cara.
Cuando al fin pasaron los temidos 3 minutos, lo dejé reposar durante unos 4 o 5 minutos más con la puerta cerrada. Quería que el vapor del agua de limón ablandase toda la suciedad y quitase el mal olor del microondas. Eso facilitaría mucho la limpieza posteriormente.
Cuando pasaron estos últimos 5 minutos, lo único que hice fue sacar el recipiente, agarrar un paño y dar una simple pasada al microondas. Había un par de manchas que eran bastante difíciles de quitar, para ello remojé el paño en el agua de limón, lo pasé por la mancha y listo.
El microondas a simple vista estaba completamente limpio, pero todavía quedaban restos de suciedad entre las ranuras. Decidí agarrar un cepillo de dientes e introducirlo directamente en el agua de limón caliente para posteriormente limpiar las ranuras con él.
¡Mi microondas quedó como los chorros del oro! Ya no tienes excusa para no limpiar tu microondas. ¡Comparte este sencillo truco con todos tus amigos! Fuente: TipHero