En alguna ocasión hemos llegado a la cama después de un día agotador con el pensamiento de cerrar los ojos y no abrirlos hasta el día siguiente, pero por arte de magia, a pesar de estar sin energías, somos incapaces de conciliar el sueño.
Mientras más intentas concentrarte en dormir, menos sueño tienes. La situación solo empeora cuando miras el despertador y descubres que ha pasado una hora, sigues despierto y no vas a tener tiempo de descansar.
Algunos optan por tomar un vasito de leche caliente antes de ir a la cama, otros en cambio prefieren contar ovejas para intentar soñar con los angelitos.
Aunque desgraciadamente no existe ningún método que sea la panacea para este problema, puedes probar un pequeño truco bastante efectivo que tan solo requerirá que controles tu respiración.
Deberás hacerlo con regularidad, cada día después de despertar y cada noche antes de dormir para acondicionar tu cuerpo y optimizar el efecto.
Además de reducir el tiempo que necesitarás para dormirte, este sencillo truco llamado "4-7-8" te será de ayuda en situaciones de estrés, ataques de pánico o si necesitas bajar la presión arterial.
No dudes en probarlo, no cuesta nada y seguro que te ayudará. 1- Inhala
Todo comienza por supuesto con la inhalación. En primer lugar, coloca la lengua de forma relajada haciendo que esté en contacto con tu paladar. Luego toma aire lentamente por la nariz mientras cuentas hasta 4 mentalmente.
2- Mantén la respiración
Ahora contén la respiración mientras permaneces relajado y cuentas mentalmente hasta 7. Tu cuerpo tendrá ahora suficiente tiempo para absorber el oxígeno y dar energía a todos tus órganos. De esta manera, el contenido de oxígeno en la sangre se incrementará y tu cuerpo comenzará a relajarse.
3- Exhala
Exhala por la boca todo el aire mientras cuentas hasta 8 en tu cabeza. Trata de expulsar el aire de forma constante y lo más suavemente posible. Con una exhalación lenta nos aseguraremos que todo el aire que ya ha sido "usado" es expulsado por completo.
Con algo de práctica podrás utilizar este truco en cualquier lugar para conseguir entrar en un estado de relajación en pocos segundos, algo que puede ser muy práctico bajo situaciones de estrés o ataques de pánico.
Al principio, realizar 4 repeticiones por la mañana y 4 por la noche debería ser suficiente. Después de 2 meses, trata de realizar 8 repeticiones respectivamente. Es más efectivo cuanto más se practique y más regular sea nuestro hábito.
¡No tienes excusa! ¡Ponlo a prueba y olvídate de pasar otra noche más en vela!
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