Cuando apareció en el escenario, los jueces y muchos de los que asistieron se extrañaron. Un hombre con una cinta que le cubría la boca y con los ojos muy abiertos mientras miraba por encima del público, estaba completamente en silencio cuando los jueces trataron de hacerle las preguntas introductorias habituales.

No había mucho que pudieran hacer, y como no obtuvieron respuesta alguna de este extraño hombre, le permitieron empezar con la esperanza de que sus acciones fueran más fuertes que sus escasas palabras.

De inmediato todo el mundo pensó que el acto que iban a presenciar sería tan extraño como empezó. El artista sacó un par de manoplas de cocina de su mochila, para comenzar a crear un poco de música. Pero de repente, todo quedó bastante claro cuando comenzó la canción, y todas las personas que formaban el público se echaron a reír.

Su comedia con su cuerpo tenía al público muerto de la risa, y sus expresiones faciales complementaban todo a la perfección.

Se quedó en silencio todo el tiempo, provocando muchas más risas. No era de extrañar que uno de los jueces le llamara brillante, que sin duda tiene un acto muy singular. Hacia el final, hizo un giro completo y se ganó aún más a los jueces y a la audiencia con su loca actuación.

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(Puedes avanzar al minuto 1:05 para ver directamente la actuación)

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