Cuando queremos perder peso, solemos caer en el error de pensar que con una dieta equilibrada y un poco de ejercicio físico ya lo tenemos todo hecho, sin embargo y por desgracia, esto no es del todo correcto.
La gran mayoría de nosotros no le prestamos la atención suficiente a ciertos aspectos del cuerpo que determinarán la rutina de ejercicios que nos viene mejor a cada uno. Para ello hay que tener en cuenta el tipo somático.
Se entiende por biotipo o tipo somático a la forma física que tiene el cuerpo de un ser humano. Esta forma está determinada por muchos factores como son el metabolismo, la constitución ósea, la masa muscular, la tendencia a acumular grasas, etc.
La mayoría de los profesionales coinciden en clasificar los tipos somáticos en tres grandes grupos: endomorfos, ectomorfos y mesomorfos.
Endomorfos
Las personas endomorfas tienen tendencia al sobrepeso, esto es debido a que su metabolismo es muy lento y, por lo tanto, acumulan grasa con facilidad. Suelen estar por encima del peso medio de la población. Es por esto que tienen que vigilar mucho más su dieta y seguirla muy estrictamente.
Además, deben realizar mucho ejercicio aeróbico para quemar calorías. Sin embargo, poseen la ventaja de que, si entrenan bien, ganan músculo y fuerza con facilidad. Intenta incluir nueces, almendras, salmón, avena y vegetales en tu dieta a diario, son alimentos muy beneficiosos para ti.
Si tienes bastante barriga, una rutina en la que trabajes la parte superior, posterior y abdominal con el mínimo descanso entre series es lo mejor que te vendrá. Si tu problema son las caderas y los muslos, tienes dos opciones: la primera es realizar menos cardio de alto impacto y utilizar aparatos para tonificar las curvas de las nalgas, caderas y piernas.
Si en cambio no quieres aumentar volumen, es necesario que trabajes la parte superior como los bíceps, tríceps y espalda. Una rutina de boxeo o una clase de remo es la solución.
Ectomorfos
Los individuos pertenecientes a este tipo somático suelen ser delgados y con extremidades largas. Suelen estar por debajo del peso considerado “normal” y tienen dificultades para engordar debido a que su metabolismo es bastante acelerado.
Las personas ectomorfas no tienen que seguir una dieta tan estricta ni hacer ejercicio aeróbico para bajar de peso; su gran inconveniente es la dificultad que poseen para ganar músculo. Para poder ganar algo de masa muscular deberán comer mucho más y olvidarse de cargar demasiado peso, ya que sólo estarán agotando el poco músculo que tienen.
Si este es tu caso, realiza rutinas de sentadillas, zancadas y flexiones así como yoga o pilates.
Mesomorfo
Este tipo somático es el punto medio entre los dos anteriores. Quienes tienen este biotipo les resulta más fácil tener una figura atlética. Los mesomorfos son propensos a desarrollar masa muscular con mucha facilidad. Por norma general, los hombres con este tipo somático tienen un cuerpo en forma de V, y las mujeres de reloj de arena.
Las personas mesomorfas poseen un metabolismo regular y no tienen por qué seguir dietas estrictas para mantenerse en forma, aunque deben vigilar más su peso, ya que la tendencia a acumular grasas es mayor que en el caso de los ectomorfos.
No a todo el mundo le gusta ser musculoso, por lo tanto, si éste es tu caso, elige los ejercicios aeróbicos como correr largas distancias o montar en bicicleta. De esta forma quemarás grasa, te mantendrás en forma y los músculos se tonificarán sin aumentar en volumen. Sin embargo, si quieres tener el cuerpo propio de un culturista, los expertos recomiendan los ejercicios compuestos donde se trabajen varios músculos a la vez.
Como puedes ver, es muy importante tener en cuenta tu tipo somático para establecer una rutina de deporte adecuada a tus características.
¿Qué biotipo eres tú? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte este interesante artículo con todos tus amigos! Fuentes: Cambia tu físico | Forbes