Ivette Ivens es una madre joven y de Chicago que se dedica a la fotografía. Poco después de dar a luz a su segundo hijo, mientras ojeaba un periódico, se topó con un anuncio que le iba a cambiar la vida para siempre.
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Un adorable bulldog francés llamado Farley buscaba un nuevo hogar. Ivette supo de inmediato que era cosa del destino, después de ver la fecha de nacimiento de Farley, que era la misma que el día en el que su hijo Dylan había nacido.
Así que no pudo esperar y se dirigió rápidamente a adoptar al pequeño cachorro.
Desde que Farley se unió a la familia, el bebé y él han sido inseparables. Sigue a Dilan por todas partes y los dos se comportan como si fueran gemelos.
Ivette tomó unas fotografías encantadoras que te derriten el corazón a primera vista, ¡y lo cierto es que no cabe ninguna duda que estos dos son verdaderamente hermanos!
El pañal simplemente no sería lo mismo si no fuesen los dos a juego...
Y cada siesta se acurrucan uno cerca del otro y se dan calor mutuamente.
Los dos de por sí ya son adorables, pero cuando los juntas, ya es algo que no se puede explicar con palabras. ¿Quién no amaría esta historia de amor entre un perro y un pequeño humano? Sin duda, estas dos preciosidades han traído una alegría a la familia que la madre ha sabido retratar con sus fotografías.
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