Kate y Peter, una pareja de Brisbane, Australia, estaban deseando ser padres. Kate sufría el síndrome de ovarios poliquísticos y, después de intentarlo durante años, decidieron someterse a un tratamiento hormonal.
Por suerte, el tratamiento funcionó. ¡Kate y Peter estaban muy ilusionados al saber que esperaban gemelos!
Sin embargo, cuando los médicos descubrieron que uno de los gemelos no se estaba desarrollando correctamente, se les partió el corazón.
A los 10 días de recibir la mala noticia, Kate volvió a hacerse una nueva revisión para comprobar que todo seguía bien.
La sorpresa llegó cuando el médico le dijo a la pareja que no solo estaba todo perfectamente sino que, además, Kate se había vuelto a quedar embarazada por segunda vez mientras tenía a su hija en el vientre.
Su médico no lo podía creer, jamás había visto algo así y no entendía cómo había podido pasar. Todo el mundo sabe que una mujer embarazada no ovula hasta que nace su bebé.
Sin embargo, el caso de Kate fue la excepción que confirmaba la regla. El esperma de Peter permaneció vivo durante 10 días y fue capaz de fecundar al segundo óvulo.
El segundo bebé también era una niña.
El término que describe lo que ocurrió aquel día se llama "superfetación" y es un fenómeno extremadamente raro que hizo que Kate se quedase embarazada cuando ya estaba embarazada.
La superfetación es la formación de un embrión cuando otro de un ciclo estral diferente ya estaba presente en el útero.
El Dr. Brad Armstrong, del Hospital Privado Greenslopes en Australia, estaba desconcertado. Con la cantidad de años que llevaba en la medicina, jamás había visto un caso de superfetación antes.
Debido a que solo existen 10 casos documentados de superfetación en el mundo, el Dr. Armstrong tuvo que examinar diferentes libros médicos que hablaban sobre el tema.
Charlotte y Olivia Hill nacieron a la vez, aunque variaban en tamaño y peso. Ahora tienen 10 meses y son bebés muy felices y saludables.
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