Hoy día subimos fotos a internet de lo que hacemos, las fotos que nos gustan y las personas a las que más queremos.
Sin embargo, hay veces que lo mejor sería guardarnos los recuerdos para nosotros mismos ya que no sabemos quién puede verlos.
Esa lección la aprendió por las malas un chico que subió una simple fotografía con el perro que acababa de adoptar en el refugio.
Una foto que salió muy cara
Dan Tillery y su novia Megan consiguieron, después de muchos años, comprarse una casa en el año 2016.
Sin embargo, ambos sabían que les faltaba algo para llamarlo hogar por lo que decidieron adoptar un perro. Lo que no sabían era todo lo que ello conllevaría.
Al parecer la casa en la que vivían de alquiler no les permitía tener perros por lo que habían tenido que esperar mucho tiempo para cumplir su sueño de tener una mascota. Poco después de mudarse a su nueva casa Dan vio un perro llamado Sir Wiggleton en el refugio de animales de Detroit.
El perro llevaba 100 días en el refugio y era un Bulldog americano. Desde el momento en el que Dan y Sir Wiggleton se encontraron, se enamoraron sin pensarlo el uno del otro y Dan se lo llevó a casa.
Era su primer perro por lo que Dan estaba muy emocionado y se hizo una gran cantidad de fotos con él y las subió a sus redes sociales, etiquetando al refugio de animales para que supieran que el perro estaba feliz.
En pocos días las fotos de ambos se ganaron una gran cantidad de fama en las redes sociales. Tanto es así que el refugio de animales compartió la foto en su perfil de Facebook, lo que llevó a que días después varios policías de Waterford fueran a su casa.
Al parecer los oficiales le dijeron a Dan que había violado la ley de Waterford sobre los pitbulls. De acuerdo con la ley de su ciudad, los pitbulls y perros mezclados con pitbulls están considerados perros peligrosos y tener uno es penalizable por lo que tenían que devolverlo al refugio.
A pesar de que los papeles de la adopción decían que el perro era un Bulldog americano, los oficiales insistían en que era un pitbull y le dieron tres días para despedirse de su perro.
Dan no estaba dispuesto a aceptar este castigo por lo que recurrió a las redes sociales y consiguió cientos de miles de firmas apoyando su causa. Contrató un abogado y fue a juicio, asegurando que los papeles decían que su perro no era un pitbull y que merecía un hogar.
Tras meses de intriga y ningún tipo de respuesta, el juez desestimó el caso y el perro pudo quedarse con Dan y Megan. El caso ha sido tan sonado que la ciudad ha cambiado la ley y ahora será un veterinario el que determinará la raza del perro y no el refugio de animales.
Una historia, que tras mucha lucha, termina con un final feliz para ambos.
¿Crees que los pitbull se merecen este trato? ¿Qué hubieses hecho tú si te hubieses encontrado en la situación de Dan? ¡Comparte la historia de este pitbull con todos tus amigos! Fuente thebuzztube