El verano viene indiscutiblemente unido a días más largos, cervecitas en el chiringuito, barbacoas con los amigos y, por lo tanto, largas jornadas bajo el sol.
Cada año son más las campañas publicitarias y los estudios que nos alertan sobre el peligro del exceso de exposición solar, entre los que se encuentran el envejecimiento prematuro de la piel y el cáncer.
Sin embargo, ¿qué hay de cierto en todo lo que nos cuentan? Desmontamos los mitos más comunes sobre la protección del sol en verano para que puedas disfrutar bajo el sol sin peligro.
Mitos sobre el sol en verano ¿Es todo tan malo? 1- En la sombra no te quemas
Según la fundación de cáncer de piel, los rayos UVB pueden rebotar sobre las superficies reflexivas y alcanzar tu piel indirectamente, haciendo que, por ejemplo, las sombrillas sean menos eficaces. Incluso el uso de un sombrero proporciona una protección limitada del sol en tu cara.
Aunque creas que ponerte a la sombra es la mejor forma de evitar la exposición solar directa, no siempre es así.
2- El vidrio de las ventanas protege contra el sol
Es una idea muy extendida entre los jóvenes. Lo cierto es que el vidrio de una ventana no ofrece ningún tipo de protección contra el sol, por lo que es exactamente lo mismo que tomes el sol tumbado en la playa que en el sofá de tu casa a través de una ventana. Los rayos solares serán igual de dañinos y afectarán de la misma forma a tu piel.
3- Cuanto más alto sea el FPS del protector solar, más tiempo podemos estar al sol
El factor de protección solar o índice de protección solar indica cuánto tiempo un protector solar aumenta la capacidad de defensa natural de la piel antes de llegar a quemarse una persona. Por ejemplo, si una persona normalmente empieza a quemarse pasados diez minutos al sol, tardaría 15 veces ese tiempo con un FPS 15 (150 minutos).
4- La ropa bloquea la exposición al sol
La protección a los rayos ultravioletas que ofrece un determinado tipo de ropa depende principalmente de cuatro factores: el color, el tipo de material, la densidad de las fibras y el grosor.
La prenda ideal que nos protegería casi completamente del sol sería ropa negra de lana, gruesa y con gran densidad de fibras. Pero, ¿conoces a alguien que utilice este tipo de indumentaria en verano? No, ¿verdad? Por lo tanto la ropa que usamos habitualmente en verano no es suficiente protección.
5- Las personas negras no necesitan usar protector solar
Muchas personas creen erróneamente que la melanina de las pieles oscuras es un escudo infalible contra los rayos solares. Pero están muy equivocados. La piel oscura es sensible a las quemaduras solares como las pieles claras, y se pone roja como todas, solo que se distingue mucho menos.
Que la piel negra sea la que tiene mayor número de melanocitos y sea la menos sensible al sol, no le descarta de sufrir un eritema solar.
6- Si llevas puesto maquillaje el sol no te afecta
El maquillaje puede ayudar a proteger del sol, pero el problema es que no hay forma de saber cuanto tiempo es "seguro" tomar el sol con él o si protege de los rayos UVA, UVB o ambos.
Además, los expertos nos recomiendan no maquillarnos si vamos a exponernos al sol porque podría producirnos una dermatitis. A nivel estético, el tono de las zonas maquilladas será muy diferente del de las zonas sin maquillar, por lo que el efecto no será bonito.
7- Si los productos de belleza llevan factor de protección solar (FPS), ya no necesito aplicarme ningún protector solar
Por lo que respecta al maquillaje o los productos cosméticos con FPS, a menudo no aplicamos la cantidad suficiente, no lo repartimos de manera homogénea o los aplicamos solo en ciertas zonas. Por ello, la protección que proporciona puede ser insuficiente.
Además, hay que recordar que el objetivo de usar protección solar no es bloquear un poco la radiación, sino bloquear toda la que sea posible durante un cierto período de tiempo. La mayoría de los cosméticos tiene un FPS 15, por lo que para que fuera efectiva habría que aplicársela cada poco tiempo.
8- Darse sesiones de rayos UVA antes de las exposiciones solares ayuda a evitar quemaduras
En teoría, las máquinas bronceadoras tienen potentes filtros que eliminan las radiaciones ultravioletas del tipo B, que son las que más afectan a la piel, y sólo dejan pasar las del tipo A, responsables del bronceado rápido.
Aunque los rayos UVB sean más peligrosos, los UVA tampoco son inocuos, ya que afectan a las fibras elásticas de la piel, producen envejecimiento prematuro y lesiones precancerosas.
Es cierto que puede tener efectos positivos en pacientes con determinadas patologías, como la psoriasis grave, algunos linfomas cutáneos o la dermatitis atópica graves. Solo debe utilizarse como tratamiento en estos casos y bajo un estricto control dermatológico.
9- El sol cura el acné
Muchas personas creen que el sol es bueno para el acné porque seca los granitos, pero esto no es del todo cierto. El sol es uno de los peores enemigos para el acné ya que el motivo por el que seca los granitos es porque deshidrata la piel y, por tanto, el efecto rebote puede ser mucho peor.
10- Un protector solar muy alto evita que te broncees
Un protector solar muy alto no evita para nada que cojas color. Lo que hace es evitar que te quemes, que te afecten los rayos nocivos del sol y te previene del melanoma y el envejecimiento prematuro. Es cierto que si usas una protección muy alta puedes tardar un poco más en broncearte, pero no impedirá que lo hagas y además, será de forma segura.
El sol es indispensable para la vida y, por tanto, también para el organismo humano. Todos necesitamos un mínimo de exposición solar, especialmente porque es la principal fuente de vitamina D, imprescindible para que el organismo pueda absorber el calcio. Sin embargo, no debemos olvidar que una exposición prolongada y de una forma inadecuada puede poner en peligro nuestra salud.
¿Conocías todos estos mitos sobre el sol? ¿Te proteges habitualmente? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte los mitos sobre el sol en verano con tus amigos! Imagen de portada: vvvita / Shutterstock