El agua, la cebada y el lúpulo son los tres ingredientes de la cerveza, esta bebida fermentada de baja graduación que, consumida con moderación, puede prevenir algunas enfermedades y aportar beneficios a nuestro cuerpo. Sin embargo, deberías saber que no todo lo que se dice sobre ella es cierto.
Al contrario de lo que la gente cree, estos 9 mitos NO son ciertos. 1- La cerveza se debe tomar fría
La cerveza sabe mejor cuando se sirve entre 5 y 12 grados, dependiendo del tipo. Las grandes fábricas de cerveza son las que se han encargado de perpetuar la falsedad de la baja temperatura, y sabemos por qué: la cerveza helada adormece el paladar, lo que reduce el sabor de la cerveza y hace que bebas más cantidad; un efecto parecido a beberse un vaso de agua fría.
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Así como la cerveza negra tienen variedades más ligeras, a las cervezas rubias les pasa lo mismo.
La cerveza negra no es sólo la Cream Ale, la Pale Ale o la cerveza de trigo Witbier, hay una gran cantidad de opciones. ¿Buscas la rubia con más sabor? Prueba la Dopplebocks, la Rauchbierm o la Baltic Porters.
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El hecho de que sea negra no significa que tenga más alcohol. De hecho algunas como la India Pale Ale es dos veces más fuerte que la cerveza negra de avena y tiene el doble de alcohol.
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Durante décadas las botellas de vidrio estaban reservadas para la clase privilegiada que bebía cerveza, sin embargo, el proletariado bebía en lata. Hoy en día, como la mayoría de los consumidores de cerveza artesanal se han dado cuenta, esta tendencia está cambiando, aunque lentamente.
El paradigma realmente importante es la elección del recipiente, que puede ser resumido en la siguiente ecuación: cerveza + sol = desperdicio. Los mismos rayos ultravioleta que hacen que te quemes, pueden dañar la cerveza si no está protegida. Así que si tienes que elegir el recipiente, ¡elige lata!
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Hay mucha gente que cree que el orden en que se consumen las bebidas alcohólicas determina el estado en el que te encontrarás al día siguiente. Esto no es así, influye más la cantidad que el orden en cuanto al bienestar del día siguiente se refiere.
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Cuando alguien dice que no le gusta la cerveza, nueve de cada diez veces simplemente es que no ha encontrado la suya. Hay muchos tipos de cervezas, y el sabor varía mucho de una a otra. Además, a la mayoría de la gente que la prueba por primera vez no le gusta, pero al tiempo ya no pueden vivir sin ella.
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Muchos de los amantes del vino tienen una bodega. Se supone que la idea de una bodega es conservar la bebida para que mejore con el tiempo. Pero la cerveza no mejora con el tiempo, solo cambia su sabor.
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La oscuridad no es un sabor. El color oscuro sólo indica que se ha utilizado mayor cantidad de malta tostada. No revela casi nada sobre el sabor de la cerveza. No dice nada sobre la cantidad de lúpulo, la amargura, la dulzura o el porcentaje de alcohol.
9- Consumir cerveza provoca una "barriga cervecera"
El que inventó el dicho "barriga cervecera" no tenía mucha idea. El exceso de calorías por cerveza no tiene más probabilidades de contribuir al aumento de peso que el exceso de calorías por cualquier otra cosa.
De hecho, hay estudios que aseguran que el consumo moderado de alcohol parece ser benigno, y que incluso los bebedores moderados están más delgados en promedio.
Una típica cerveza de 333 cc equivale aproximadamente a una rebanada de pan de trigo integral. Así que se trata de un vicio más que inofensivo.
No todo lo que se dice sobre la cerveza es cierto. Ahora que ya sabes un poco más... ¿A qué esperas para tomarte una?
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