Es muy común que los padres dejen llorar a sus bebés hasta que se duerman. Sin embargo, una investigación asegura que este no es ni de lejos, el mejor método.
Estas son las 8 razones que demuestran que no debemos dejar llorar a los bebés 1- Puede convertirlos en niños inseguros
Los niños cuyos padres no son lo suficientemente receptivos y sensibles, se vuelven a menudo inseguros. Las personas seguras son más propensas a ser sociables, populares, compasivas y altruistas. Los individuos inseguros tienden a ser inestables en sus relaciones, mostrando ansiedad, desconfianza, posesividad... Gran cantidad de investigaciones aseguran que el contacto físico regular, la tranquilidad y la respuesta rápida a la angustia de los bebés favorece a que sean adultos seguros y confiados.
2- Perjudicial para las relaciones padres-hijos
Ser atendido es una de las necesidades más básicas de un bebé. Si un niño aprende que puede contar con sus padres en ese momento, también lo hará cuando sea mayor y necesite su apoyo.
3- Niños muy independientes
Aunque cuando dejamos a un bebé llorar, finalmente suele calmarse, esto no lo hace porque el problema se haya aliviado, sino porque ha perdido la confianza en que alguien le vaya a proporcionar comodidad. Esto da lugar a que se conviertan en niños menos sensibles, más deprimidos y sin empatía.
4- Disminución del desarrollo intelectual, emocional y social
Los bebés cuyos llantos son ignorados tienden a no desarrollar habilidades intelectuales y sociales sanas, muestran más dificultad para controlar sus emociones y tardan más en ser independientes.
5- Cambios perjudiciales en el cerebro del bebé
Los bebés lloran para que sepamos que necesitan algo. Y si esas necesidades no obtienen respuesta, les causa estrés. El estrés en la infancia puede resultar en impactos negativos sobre el cerebro, elevando las hormonas del estrés, obstruyendo el drenaje de la sangre al cerebro y disminuyendo la oxigenación de éste.
6- Amor
Les debemos demostrar que estamos ahí para ellos. Notar que no pueden contar con sus padres, puede generarles muchos problemas sociales.
7- Traumas
Los bebés que se quedan dormidos llorando, normalmente caen en sueños más profundos. Y aunque esto pueda parecer un éxito, los bebés y niños pequeños suelen caer en sueño profundo después de sufrir un trauma. Por lo tanto esto no debe considerarse como una prueba de qué funciona.
8- Falta de respeto
Incluso los adultos necesitamos que en algún momento alguien nos consuele. Imagínate los bebés. No acudir cuando están llorando es como decirles que sus necesidades no son importantes y puede ser considerado como una falta de respeto hacia ellos.
¿Creías que dejar a tu hijo llorar era la mejor forma de que se durmiera? ¿Conocías estos riesgos? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte con tu familia y amigos! Imagen de portada: Rolloid Fuente: phdinparenting