El sueño de todo padre es que su hijo esté sano y sea feliz, y, con ese fin, tratan de educarles y enseñarles los valores, costumbres y hábitos de vida más saludables que conozcan. Pero, por desgracia, a día de hoy, la alimentación sigue siendo un tema que causa mucha confusión.
De acuerdo con los resultados de un importante estudio de salud mundial publicado en 'The Lancet', los niños japoneses disfrutarán de una vida más larga y de mayor calidad. La razón principal es el estilo de vida y los patrones de alimentación que le inculcan sus padres.
Aunque la obesidad y la diabetes en los niños es cada vez más frecuente alrededor de todo el mundo, lo cierto es que, en Japón, esa cifra siempre ha sido mucho más reducida y, de hecho, ha ido decreciendo con el paso del tiempo.
Naomi Moriyama y su marido, como padres, deseaban saber el secreto japonés para conseguir que los niños comiesen equilibradamente, por lo tanto decidieron entrevistar a expertos, médicos y nutricionistas de todo el mundo y pusieron en marcha su investigación. De ella, concluyeron que las claves de la alimentación de los niños japoneses se podían dividir en siete pasos.
Las 7 claves del por qué los niños japoneses son los más sanos del mundo 1- Saciar a los niños con las comidas hechas en casa
La comida japonesa es muy saciante y contiene un alto valor nutricional. Cuando estás lleno, tu cuerpo tiene menos espacio para la comida basura, por lo tanto, el pequeño no necesitará nada más para quedarse satisfecho y no tendrá tantos antojos.
Esto no quiere decir que tengas que prepararle sushi, tofu o algas marinas cada día, simplemente tendrás que ajustar un poco los valores nutricionales de los alimentos que consuma.
Aumenta la cantidad de frutas, verduras, legumbres, granos enteros, grasas saludables y pescados ricos en omega 3 en los platos que le sirvas. Reduce su ingesta de alimentos procesados con azúcar y sal añadidas. Esto ayudará a minimizar los riesgos de obesidad y el riesgo de sufrir muchos tipos de enfermedades.
Un secreto: la base de la comida japonesa es el arroz, mucho antes que el pan o la pasta. La ventaja del arroz es que, cuando se cuece, se vuelve muy rico en agua y es mucho más bajo en calorías.
2- Comer todos juntos en familia y no restringir tanto su dieta
Es bueno que premies a tu hijo con meriendas que le gusten, pero siempre en las cantidades y frecuencias adecuadas. La nutricionista Tomomi Takahashi afirma que "los padres deben tener una actitud relajada, para que su hijo pueda relajarse y sentirse cómodo comiendo".
Enfatiza la importancia de cenar juntos, "incluso cuando estás ocupado, establece una hora de comida específica para que puedas sentarte y comer con tu hijo al menos una vez al día. Cocina con amor y tu hijo te lo agradecerá". La investigación sugiere que los padres deben reducir el estrés y la presión alimentaria y simplemente disfrutar de comer juntos como una familia.
3- Animar al pequeño a probar nuevos alimentos
Es muy importante que trates de incluir todo tipo de alimentos en la dieta de tu hijo desde que sea muy pequeño, siempre y cuando el médico te dé el visto bueno. Es mucho más probable que un alimento les guste si lo llevan consumiendo desde que son pequeños y, mientras más variada sea la dieta de un niño, más saludable estará.
Además, los gustos de los niños cambian con el tiempo, por ello, si hace un año probó algún alimento y no le gustó, puedes volver a intentar que lo pruebe para comprobar si finalmente acaba gustándole. Lo ideal es que lo cocines de manera distinta para que crea que es la primera vez que lo consume.
4- Equilibra sus comidas
A lo largo de la historia, las raciones se han vuelto cada vez más grandes. Conforme pasa el tiempo, las comidas se vuelven más copiosas, lo que ha provocado que aumente el índice de obesidad en todo el mundo.
¿Cómo puedes evitar que tu hijo caiga en los mismos errores? Muy fácil, sirve las comidas en platos más pequeños. Jennifer Orlet Fisher, directora del Centro de Investigación y Educación sobre la Obesidad de Temple University, demostró que los niños tienden a no servirse tanta comida a sí mismos cuando se les deja solos.
Ella misma sugiere que lo ideal sería proporcionarles un plato más pequeño y que ellos mismos se sirvan la cantidad que crean necesaria. Así serán capaces de reconocer cuando están saciados, cuándo tienen hambre y cuándo necesitan más o menos alimentos para sentirse satisfechos.
5- Haz que tu hijo corra y salte
A día de hoy, es complicado apartar a los niños de los videojuegos. Además, la mayoría de los juguetes que se ponen de moda implican un movimiento mínimo por parte del pequeño. Por ello es tan importante que le apuntes a algún deporte que le mantenga activo durante al menos una hora.
También puedes llevarle al colegio caminando o llevarle a montar en bicicleta. Los investigadores han descubierto que en Japón el 98,3% de los niños caminan o van en bicicleta a la escuela.
La Organización Mundial de la Salud informa que los niveles adecuados de actividad física para los niños de 5 a 17 años contribuyen al desarrollo correcto de sus huesos, músculos y articulaciones, así como a un sistema cardiovascular saludable, mejorando así el manejo de los síntomas de la ansiedad y la depresión. Además, mejoran la interacción social y la integración de los jóvenes.
Lo cierto es que a los niños les encanta jugar, por lo tanto debes aprovecharlo para que lo hagan de forma sana y saludable. De hecho, están biológicamente diseñados para moverse, correr y saltar y, cuando lo hacen, se desenvuelven mejor en la escuela, son más felices y se concentran mejor.
6- Nutre un estilo de vida familiar envolvente
Si quieres que la dieta de tu hijo sea equilibrada y saludable, la vuestra también debe serlo. Disfruta cocinando y crea recetas nuevas que mantengan a toda la familia motivada y comiendo saludablemente.
La idea de cocinar con los niños fue apoyada por un estudio realizado en 2014 a un grupo de niños de 6 a 10 años. En la investigación, descubrieron que la participación de los niños en la preparación de las comidas sanas y equilibradas podría ser una valiosa estrategia para mejorar su dieta.
Un trabajo de investigación publicado en la edición de noviembre de 2014 de Pediatrics informó que la calidez, el disfrute y el refuerzo positivo de los padres en las comidas familiares se asociaron significativamente con la reducción del riesgo de sufrir sobrepeso y obesidad infantil.
7- No seas tímido de ser el jefe
Algunos padres se sienten incómodos al ejercer autoridad sobre sus hijos, pero la psicóloga Diana Baumrind, afirma que es necesario siempre y cuando las frases utilizadas no sean "porque lo digo yo", "porque yo quiero" o "porque sí".
Escucha a tu hijo, contesta a sus dudas, nútrele de información y comunícale la importancia de que coman de la manera correcta. Debes ser asertivo, no intrusivo y restrictivo. Ellos deben ver a sus padres como un apoyo.
Es importante que los padres construyan un ambiente que inspire a los niños a adoptar gustos y hábitos que aumentarán sus posibilidades de disfrutar de una vida larga y saludable.
Estos 7 consejos te ayudarán a conseguir que tu hijo lleve una dieta equilibrada y tenga muchos menos riesgos de sufrir cualquier tipo de enfermedad, incluyendo la obesidad o la diabetes. La base de la salud está en la dieta, por lo tanto, debemos tratar que la de nuestros hijos sea adecuada a sus necesidades.
¿Pondrás estas 7 claves alimenticias en práctica? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte este interesante artículo con todos tus amigos! Fuente: Reader's Digest