Siempre la misma historia... Llega el día de hacer la compra, buscas el carrito pensando que solo vas a comprar lo que necesitas y no vas a despilfarrar el dinero. Minutos después ves como el carro rebosa de porquerías y productos totalmente innecesarios. Entones, te diriges hasta la caja y cuando pagas una suma desorbitada, te preguntas: ¿qué ha podido salir mal?

No te sientas mal por ello, solo eres un inocente más que ha caído en la trampa de los supermercados. Absolutamente todos los comercios tienen sus pequeños trucos y artimañas que utilizan disimuladamente para que nosotros, compradores, gastemos más dinero de la cuenta.

Aprende a detectar algunos de los trucos más comunes de los supermercados para no despilfarrar tu dinero:

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En primer lugar, ten cuidado con las "súper ofertas". Si bien es verdad que es posible encontrar algunas gangas de vez en cuando, la mayoría de los comercios utilizan los carteles de oferta para anunciar productos sin rebajar.

Ellos saben que ponemos el ojo en cualquier cartel que tenga los números en rojo y que pueden captar nuestra atención. Por tanto, siempre que optes por un producto en oferta asegúrate de que la compra realmente sale rentable, en muchas ocasiones existen otros productos que, aún estando sin rebajar, salen más baratos.

Por otra parte, no tienes por qué hacerte con todas las gangas que veas. Puede que un día veas que las manzanas están a mitad de precio, pero si ya tienes un cesto lleno en casa, no tiene sentido que compres más. Antes de comprar cualquier producto, por barato que sea, piensa si realmente lo necesitas.

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También es una buena idea que seas consciente de cómo suelen estar diseñados los supermercados. ¿Crees que los productos están distribuidos de forma aleatoria? Qué inocente...

A pesar de lo que puedas pensar, los productos en los grandes supermercados están distribuidos de forma estratégica. Normalmente, los productos más solicitados suelen estar separados y alejados. Esta distribución hace que tengas que recorrer la tienda de punta a punta y que por tanto, aumenten las posibilidades de que te fijes en productos que a priori no tenías pensamiento comprar. Así que céntrate en tu destino y limítate a comprar los artículos que aparecen en tu lista de la compra.

Otro pequeño consejo es comenzar por los productos del lado izquierdo del estante. Por lo general, estos suelen ser más baratos porque las estadísticas han demostrado que la gente suele empezar a mirar los artículos desde el lado derecho.

Incluso la altura a la que se almacena cada producto está meditada y tiene un objetivo. Los productos más atractivos y caros suelen estar a la altura de los ojos de los más pequeños. Evita ir a la tienda con niños en la medida de lo posible. Si el peque se coge una rabieta, es muy posible que compres algo innecesario con tal de calmarlo.

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Ignora las disposiciones grandes y llamativas de frutas y verduras que intentan hacer que los productos parezcan más frescos de lo que son en realidad. Por lo general estos no son mejores que los que vienen en bolsas o paquetes.

Por último, aguanta las ganas y no caigas en la tentación cuando llegues a la caja. Allí te esperan las golosinas, los caramelos y los chicles, todos "productos de impulso" que las personas compran como recompensa por haber terminado la compra. En su lugar, ahorra el dinero que te gastarías como recompensa.

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