Las bodas son un gran negocio. Los novios invierten mucho dinero en ellas y una gran parte se va en las fotografías. Suelen ser reportajes tradicionales, pero hay personas que prefieren cambiar todo el concepto de las bodas y retratarse al vacío.
Un fotógrafo japonés llamado Hal Kawkuchi tiene un proyecto en el que aplica lubricante a las parejas, les pide que entren dentro de una gran bolsa de plástico y aspira todo el aire del interior para proceder a retratarlos como chuletas de pollo gigantes y obtener la foto perfecta.
Las parejas deben contener la respiración durante unos 10 segundos mientras se realiza todo el proceso. Por suerte, este fotógrafo tiene un paramédico mientras realiza este tipo de fotos, por si existe algún problema o no toma la foto a tiempo.
"Al principio hablo con las parejas y les explico lo que sucederá. Primero se realiza un ensayo sin entrar en la bolsa y luego se meten en la bolsa. A todas las parejas les gusta armar un rompecabezas," cuenta Hal. "Durante este tiempo extremadamente limitado, no puedo soltar el obturador más de dos veces pero los clientes nunca corren peligro ya que tengo un paramédico en todo momento".
Aunque al principio era un proyecto de arte, ha vuelto loco a todo el mundo y cada día hay más personas que están interesadas en trabajar con él. Muchas parejas saben que es arriesgado y que pueden morir si algo sale mal, pero no dudan en solicitarle las fotografías.
"Este deseo de convertirse en uno tiene una energía que afecta a todo el mundo. Me pregunto cuál es la razón por la que tenemos que hacer un esfuerzo por convertirnos en uno," explica.
El artista cuenta que la clave está en mostrar el poder del amor fotografiando a dos personas lo más cerca posible. "Cuanta menos distancia haya entre ellos, más fuerte será el poder del amor. Creo que el amor es lo más importante en la tierra y que todo lo positivo en el mundo comienza centrándose en él".