Dicen que en nuestra vida descubrimos tres tipos de amores: el primer amor, el amor verdadero y el amor de nuestra vida.
El primer amor ese que nos hizo sentir mariposas en el estómago por primera vez; el amor verdadero, el único que nos hace entender que todo lo pasado mereció la pena; y por último el amor de tu vida, ese al que por alguna razón siempre terminamos volviendo.
¿Por qué siempre terminas volviendo con el amor de tu vida?
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Hay veces que en un punto determinado de tu vida te alejas de una persona por diferentes motivos: porque te ha hecho daño, porque no era el momento adecuado o simplemente porque no pudo ser. Sin embargo, años después, con todo superado, vuelve a aparecer en tu vida. ¿Está esa persona destinada a estar contigo?
Tres razones por las que siempre vuelves con el amor de tu vida
La confianza entre vosotros es plena
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Es la única persona con la que has sentido que puedes ser tú mismo, que puedes hacer el ridículo, que puedes ser escandaloso, llorar desconsoladamente o volverte loco; porque sabes que nunca te juzgará por ello. Nunca te hace sentirte mal por quién eres, y hay ciertas cosas que solo puedes confesarle a esa persona.
Nadie te conoce como él o ella
No necesitas decírselo, solo con la mirada sabe cómo te encuentras, qué necesitas o qué no puedes soportar. Te conoce tan bien que es imposible que le ocultes lo que sientes, siempre lo sabe.
Con ella puedes hablar de los problemas más delicados, de lo que más te preocupa, de lo que no te deja dormir, o de la pamplina más absurda del mundo. Y sea o que sea, te sentirás cómodo a su lado.
Aunque lo hayas intentado, nunca ha vuelto a ser igual
Cuando lo vuestro terminó o no pudo ser, entendisteis que cada uno seguiría su camino. Sin embargo, a pesar de los muchos intentos por volver a sentir lo mismo con otra persona, nunca lo has conseguido. Siempre has seguido pensando en esa persona, dónde estaría o qué estaría haciendo. Después de él puedes haber sido feliz, pero nunca ha sido igual.
Puede ser que el motivo por el que un día acabasteis fuera de peso, y solo en vuestras manos está el decidir si queréis volver o no a intentarlo. Pero, si a pesar de haber intentado numerosas veces volver a ser feliz, no lo habéis conseguido por separado, quizás vuestra destino está juntos. En el amor, como en casi todo, el que no apuesta no gana.
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¡Compártelo con tus amigos! Imagen de portada: Antonio Guillem / Shutterstock Fuente: enpareja / upsocl
