La idea de ser enterrado vivo parece de película. Imagínate despertar y ser consciente de que te han enterrado creyendo que estabas muerto. Es una auténtica locura. Sin embargo, no son pocas las personas que han podido sobrevivir a un trauma de ese calibre.

En el artículo de hoy te vamos a contar 10 historias de personas que sobrevivieron a ser enterradas vivas. 1- El hombre de Ferraz De Vasconcelos

Una mujer que vivía en Ferraz de Vasconcelos, un suburbio de Sao Paulo, sufrió una conmoción en 2013. Visitó la tumba de su familia cuando fue testigo de algo verdaderamente perturbador.

Pudo ver a un hombre tratando de escapar de su propia tumba. Ya había sacado las manos y la cabeza, y ahora estaba tratando de sacar el resto de su cuerpo.

Los trabajadores llegaron a la escena y ayudaron al hombre a salir. Los paramédicos lo llevaron al hospital para someterlo a una evaluación médica, y las autoridades pronto descubrieron que era un empleado de la alcaldía.

Nadie sabe exactamente cómo fue enterrado vivo, pero los funcionarios creen que estuvo involucrado en una pelea y que terminó casi muerto. Según el sobrino del hombre, sufrió graves problemas psiquiátricos el resto de su vida.

Esta joven francesa de 24 años enfermó de cólera en 1867. Después de unos días enferma, la declararon muerta. Fue colocada en su ataúd una hora más tarde y, a las 6 horas de su supuesta muerte, ya estaba bajo tierra. Cuando los sepultureros terminaron de enterrar a Philomele y se disponían a regresar a casa, oyeron un ruido procedente de la tumba.

Fueron corriendo hacia ella y se pusieron manos a la obra para sacarla de ahí. Mientras el médico examinaba a Philomele, oyó un palpitante latido del corazón. También señaló que las heridas frescas de sus manos coincidían con el tipo de lesiones que podía tener al golpear la tapa del ataúd. Su aliento era tan débil que casi no existía, pero el médico fue capaz de revivirla.

La mantuvo viva hasta el día siguiente cuando falleció debido al cólera o a su terrible experiencia en el ataúd. En esta ocasión, todos los involucrados se aseguraron de que estuviera verdaderamente muerta.

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Lu Xiayun era una mujer embarazada residente en la provincia china de Dongdong. Como vivía en una comunidad agrícola, no tenía acceso a atención médica. Todos creía que estaba embarazada tan solo de cuatro meses, incluso ella misma, por lo que, cuando dio a luz, esperaban a un bebé muerto.

Nada más nacer, el niño no daba señales de vida, por lo que confirmaron sus sospechas. Sin embargo, el marido de Xiayun se dio cuenta de que su esposa necesitaba atención médica y pidió una ambulancia. Cuando la llevaron al hospital más cercano, la madre de Xiayun enterró al bebé en su patio.

Cuando Lu Xiayun llegó al hospital, los médicos le proporcionaron todo el cuidado necesario, pero también vieron que había estado embarazada durante seis meses.

Por otro lado, también cuestionaron la lógica de enterrar al bebé tan pronto sin haberle realizado ningún examen médico. Fue entonces cuando el esposo de Xiayun regresó rápidamente al lugar del entierro, desenterró al bebé y descubrió que todavía estaba con vida.

Tras pasar tres días en el hospital, la familia se fue porque no tenían suficiente dinero para pagar las facturas. Pero una vez que la historia salió en los medios internacionales, las donaciones se multiplicaron para ayudar a la niña y pudo recibir el tratamiento médico necesario.

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El caso de Mike Meaney es un poco diferente al resto de historias. Este barman irlandés se había enterrado vivo como parte de un truco. Es difícil explicar exactamente lo que Meaney trataba de hacer, pero permaneció enterrado 61 días sin morir ni volverse loco.

Los amigos de Meaney le enterraron en un distrito irlandés de Londres. Había un agujero en el ataúd para que no muriera por intoxicación por dióxido de carbono. Sus amigos también usaron ese agujero para enviarle agua y comida. Después de 61 días en el subsuelo, Meaney salió con gafas de sol para proteger sus ojos.

Su truco fue coronado en múltiples ocasiones, sin embargo, el Libro Guinness de los récords mundiales ya no reconoce esta hazaña particular, ya que en su política está el no promover actividades tan peligrosas.

El escapista Antony Britton quiso realizar el truco más sorprendente de su carrera profesional: salir de una tumba a 2 metros de profundidad. Llevaba esposas, pero en lugar de meterse en un ataúd, el hombre fue enterrado directamente en el suelo. Como era de esperar, las cosas salieron mal.

Nueve minutos después de su entierro, le desenterraron rápidamente. Estuvo a punto de morir. En entrevistas posteriores, Britton declaró que su brazo estaba atrapado por la compresión del suelo.

El esfuerzo de tratar de liberar su brazo hizo que casi se desmayase. Además, cada vez que intentaba exhalar, la tierra presionaba su pecho, haciendo que le fuese imposible respirar. Afortunadamente, Britton sobrevivió y sigue siendo un escapista.

Dos mujeres que paseaban en bicicleta por Compton, California, en noviembre de 2015 se llevaron una desagradable sorpresa cuando durante su paseo oyeron los gritos de un bebé que provenían del subsuelo. Preocupadas, las mujeres llamaron a la policía y, cuando las autoridades llegaron al lugar, encontraron a una niña enterrada bajo un montón de asfalto en el sendero para bicicletas.

El bebé sólo tenía un día o dos. Afortunadamente, los agentes de policía pudieron rescatarla rápidamente y llevarla a un hospital cercano. Los detectives que se encargaron del caso rápidamente determinaron la identidad de la madre, y las autoridades ordenaron su arresto. La mujer fue llevada a la cárcel y ahora se enfrenta a cargos por intento de asesinato.

La bebé sigue en recuperación, pero si esas dos mujeres no se hubieran topado con ella, la niña no habría sobrevivido.

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La Gran Hambruna Irlandesa causó una cantidad masiva de muertes. Los sepultureros irlandeses estaban muy presionados para encontrar espacio suficiente para todos los cadáveres. Trabajaron duro y demasiado rápido, a menudo cometiendo algunos errores muy graves.

La historia de Tom Guerin, un niño de tres años que fue enterrado vivo por error, fue una de las más mediáticas de aquel entonces. Guerin fue declarado muerto y le enterraron, además, durante el entierro, los sepultureros le rompieron accidentalmente ambas piernas con una pala. Aún así, el pequeño fue capaz de excavar hacia la superficie.

Erik Henningsen

En mayo de 2015, una mujer salió a recoger hierbas como cada día. Vivía cerca de un cementerio y, cuando oyó el sonido de los gritos de un bebé, no dudo en acercarse corriendo a investigar. En seguida se dio cuenta de que había un niño enterrado vivo y llamó a la policía.

Desenterraron al bebé y lo trasladaron al hospital para que recibiese atención médica. Las autoridades se pusieron en marcha para tratar de averiguar qué estaba sucediendo. Fue entonces cuando descubrieron una historia horrible.

El niño nació con un labio hendido y, por eso, los padres no querían criarlo, así que pusieron al bebé en una caja de cartón y lo abandonaron en el cementerio. Dos días más tarde, varios parientes fueron al cementerio supuestamente para rescatarle. Según ellos, creyeron que estaba muerto y le enterraron bajo tierra.

Según los padres, los familiares no tenían la culpa. Sin embargo, en un extraño giro de los acontecimientos, culparon a los abuelos del niño por pagar a un hombre para que lo enterrase.

En total, el niño pasó ocho días bajo tierra. Cuando le desenterraron, la policía vio que estaba tosiendo agua sucia. Probablemente el bebé sobrevivió porque el oxígeno y el agua de la lluvia se filtraban a través de la tierra, dándole lo esencial para permanecer vivo. Afortunadamente, después de recibir atención médica, el niño recuperó su salud.

World Network TV

Natalya Pasternak, nativa de Siberia, estaba de paseo por el bosque con su perro cuando se encontró con un oso. El animal la atacó, ella trató de defenderse pero pronto perdió la consciencia. Al creer que estaba muerto, el oso procedió a cavar un agujero y la enterró. Las autoridades suponen que quiso esconderla para comérsela más tarde.

Afortunadamente, unos cazadores se tropezaron con la escena y encontraron a Natalya enterrada bajo tierra. A día de hoy, sigue recuperándose, pero asegura que el incidente le dio una nueva vida.

PatrynWorldLatestNew

En 1915, Essie Dunbar vivía en Carolina del Sur. La joven de 30 años sufrió un ataque epiléptico aparentemente muy grave. Los médicos la declararon muerta y prepararon su entierro. La hermana de Dunbar quería llegar a la ciudad para su funeral, así que la iglesia lo retrasó un día. Sin embargo, comenzaron antes de que llegara.

Justo cuando los sepultureros terminaron de enterrar el ataúd, la hermana apareció y los convenció de que lo sacasen para poder verla por última vez. Cuando abrieron el ataúd, Essie Dunbar se sentó y sonrió a su hermana. Todo el mundo entró en pánico y corrieron pensando que era un fantasma.

Durante el resto de su vida, creyeron que era un zombi, hasta que, en 1962, finalmente murió por causas naturales.

Syda Productions / Shutterstock

Estas 10 historias son realmente tenebrosas. No me puedo ni imaginar lo que sufrieron estas personas y sus familiares.

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