A todos nos ha pasado alguna vez que queremos recordar la cita de un libro que nos encanta, o la letra de nuestra canción favorita; y a pesar de haberlos leído muchas veces no somos capaces de recordarla. Leemos a diario muchas cosas que nos interesan, pero por desgracia, tendemos a olvidar gran parte de ello.
Isaac Newton, conocido como el Padre de la Física Clásica, fue el creador de la teoría de la gravedad, la cual empezó a desarrollar en 1666 a partir de que se le cayera una manzana en la cabeza mientras estaba sentado debajo de un árbol; pero la cual no terminó hasta 1687, cuando públicó The Principia: Mathematical Principles of Natural Philosophy, la obra más importante de su carrera, después de más de 20 años de trabajo, lecturas y anotaciones.
Leyendo la publicación de la Royal Society of London y el libro llamado The Library of Isaac Newton, de John Harrison, podemos hacernos una idea de los hábitos de lectura que tenía Newton.
Estas eran algunas de sus manías para recordar lo que leía en sus libros:
1- Doblar las esquinas de las páginas de sus libros
Newton solía doblar las esquinas de las páginas de los libros que iba leyendo, y según la ubicación de lo que quisiera resaltar, doblaba la esquina de arriba o la de abajo, para así tener un fácil acceso para acudir a ello más tarde. Pero lo más interesante es que tenía un doble uso, porque cuando lo que quería resaltar era sólo una frase o una palabra, lo que hacía era doblar la hoja perfectamente haciendo que la punta señalase a lo que quería destacar; como podemos ver en la imagen.
Este truco es muy útil y es una forma es muy fácil para resaltar las palabras o frases que queremos recordar.
2- Escribir notas dentro de los libros
La mayoría de la gente tiene miedo a estropear los libros y lo que hace es escribir las anotaciones en una libreta o en una hoja a parte. Sin embargo, Newton aprovechaba cualquier hueco en blanco en el propio libro para escribir sus ideas, sus notas y sus observaciones.
Además, se sabe que tenía hojas de anotaciones perfectamente sistematizadas, en las que se crearon la mayoría de sus propuestas.
3- No le daba miedo dañar sus libros
Como hemos podido ver con los trucos que seguía, Newton no tenía ningún temor a dañar sus libros, no le preocupaba en absoluto. Para él, los libros eran herramientas de trabajo, y de manejo diario, con los golpes y el uso es normal que se fueran deteriorando. A pesar de esto, varios de los volúmenes que poseía están aún completos.
Así que, trabajemos con los libros y utilicemos sus trucos a ver si nuestros resultados son tan magníficos como los suyos.
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