Vivimos en la era de la comunicación. Basta con desbloquear nuestra pantalla del móvil para estar conectados con cualquier persona de la otra punta del mundo.
Estar al día de las últimas tendencias de Instagram y desahogarnos en Twitter. Sin embargo, si la conexión entre nosotros es cada vez más sencilla, ¿por qué nos sentimos tan solos?
¿Qué es el síndrome de la soledad crónica?
Expertos de las universidades de Gante y Lovaina en Bélgica, así como de Duke en Estados Unidos, han realizado un estudio para darnos la respuesta.
Según estos científicos el sentimiento de soledad entre los jóvenes es cada vez mayor, ¿a qué se debe este fenómeno?
De acuerdo con la explicación de estos expertos, el síndrome de la soledad crónica se basa en la creencia de que nadie nos valora ni quiere pasar tiempo con nosotros. Las personas que lo sufren, en su mayoría adolescentes, tienden a aislarse del resto, por miedo a ser rechazados.
Es precisamente ese pánico a no conectar con alguien lo que convierte este sentimiento en parte intrínseca del paciente.
Aquellos que padecen este síndrome creen que nadie los va aceptar tal y como son, así que deciden aislarse por temor a que les hagan daño, aunque sean ellos mismos los que más dolor se estén infligiendo.
Así mismo, esta situación empeora debido a que los afectados por este síndrome creen que la soledad a la que están sometidos es culpa suya. Consideran que hay algo "defectuoso" en su personalidad que origina que nadie quiera estar con ellos.
Los expertos sentencian que el motivo que impulsa este comportamiento autodestructivo es la autoestima. El concepto que cada uno tenemos de nosotros mismos.
Ser más o sociable o menos, depende de nosotros, e incluso para algunos de nosotros estar solos es una forma de diversión. El problema de los afectados por este trastorno es que no es una soledad buscada.
A pesar de no buscarla y de querer formar parte del resto de grupos, estos individuos se tienen tan poco valor a sí mismos que no se consideran dignos de pertenecer a un grupo social, lo que los entristece y desemboca en conductas depresivas.
Así, son personas mucho más sensibles que el resto. Por lo que, por ejemplo, si alguien no los saluda o evita tener contacto con ellos, se lo tomaran como que efectivamente no merecen la compañía del resto.
Tal llega a ser el problema que los jóvenes influenciados por éste no serían ni siquiera capaces de disfrutar de sus triunfos. En el caso de que algo bueno les ocurra, le darán la vuelta para que termine siendo algo malo.
¿Existe alguna forma de evitarlo?
Los expertos aseguran que sí. La cura comienza desde dentro. Se trata de un grave problema de autoestima, por lo que la solución más inmediata es reforzar nuestro amor propio.
Quizás si estas leyendo esto y tienes problemas de autoestima pienses que no es tan sencillo, pero te equivocas.
Lo primero que debemos hacer para reforzar nuestra opinión de nosotros de mismos, es perdonarnos. Nadie es perfecto y cometer errores está al alcance de todos. De hecho, todos nos equivocamos, debemos agradecer nuestros tropiezos porque de ello aprendemos.
No temer a cambiar el concepto que tenemos de nosotros mismos. Con los años vamos cambiando y no es un drama. Lo mejor es aceptar esos cambios y aprender por qué vinieron.
Fijarnos una meta. Intentar alcanzar un objetivo nos ayudará a sentirnos orgullosos de nosotros y a mantener la mente ocupada.
Nada ayuda más a reforzar nuestro amor propio que fijarnos una meta y trabajar sin descanso para conseguirla. Verás que cuando consigas lo que buscas te sentirás más realizado y feliz.
Mejora tus habilidades sociales. Aunque parezca increíble todo se puede entrenar, incluso nuestras capacidad para relacionarnos con los demás. Solo tendrás que ponerte manos a la obra e investigar sobre el tema. Empieza por superarte a ti mismo, y todo llegará.
No tengas miedo al rechazo. No podemos ser amigos de todo el mundo, ya que cada persona es diferente y tiene una forma de pensar distinta.
Por ello, no te aflijas si no encajas en un grupo, no significa que seas un parea social, sino que ese no era tu lugar. Como se suele decir: "hay muchos peces en el mar".
El síndrome de la soledad crónica es la demostración de que debemos cuidar nuestra autoestima desde pequeño. Maltratarnos y no valorarnos, no nos lleva a ninguna parte y puede desembocar en dolencias tan severas como la que que acabamos de describir.
¿Alguna vez te has sentido fuera de lugar en alguna parte? ¿Te cuesta sentirte cómodo con los demás? ¡Comparte con tus amigos y familiares para que ellos también conozcan el síndrome de la soledad crónica! Fuente: Estudio Síndrome de la Soledad Crónica