Si te digo que pienses en los animales más peligrosos de la tierra, seguramente te imagines a las típicas máquinas de matar como pueden ser los leones, tigres, osos, tiburones, cocodrilos, algún tipo de animal con terroríficos dientes y garras. Tampoco estarías muy equivocado, todos ellos siempre se han asociado con el peligro y no se deben tomar a la ligera.
La naturaleza, sin embargo, es un poco complicada. No todos los peligros en ella son realmente explícitos y sencillos de identificar. De hecho, muchos de los animales más peligrosos del planeta son cosas de las que jamás se te ocurriría tener miedo, hasta que ya es demasiado tarde.
Mientras que las garras y los dientes afilados son bastante aterradores, la Madre Naturaleza ha dotado a otros animales de un arma mucho menos evidente, aunque es igual de mortal (si no más): los venenos y la ponzoña. Hay un sinnúmero de animales que liberan toxinas en sus víctimas con el fin de incapacitarlos. Para algunos, es una manera de asegurar la presa, mientras que otros lo emplean como medio para defenderse. En cualquiera de los casos, los resultados para la víctima suelen ser los mismos – un agonizante dolor, y la muerte.
Por cierto, si alguna vez te habías preguntado la diferencia entre veneno y ponzoña, aquí te dejamos una explicación sencilla: el veneno tiene que ser ingerido/absorbido, mientras que la ponzoña siempre se inyecta (a través de aguijones, colmillos… etc).
Por ejemplo, hay algunos tipos de ranas venenosas porque excretan una toxina que se absorbe a través del contacto con la piel, mientras que las serpientes tienen que morderte para introducir su toxina dentro de tu torrente sanguíneo.
En 2013, Stepan Bako estaba en una playa de Brasil cuando se encontró esta extraña criatura:
Se trata de una carabela portuguesa. Uno de los animales más venenosos del planeta
La «Carabela Portuguesa» es un tipo de barco de guerra del Siglo XVIII, conocido por su gigantesco tamaño y su intimidante fuerza en la batalla. La carabela portuguesa recibe su nombre debido a su gran parecido con uno de estos navíos.
También fue el nombre de un caballo campeón de carreras en los años 20…
Sin embargo, en el caso del animal marino, no es algo que podamos tomarnos a la ligera…
Aunque la carabela portuguesa tiene un gran parecido a una medusa, se trata en realidad de un sifonóforo. Esencialmente, se trata de una colonia de diminutos organismos individuales que trabajan en grupo como si se tratase de un «gran y único» animal (algo así como los arrecifes de corales)
Sus tentáculos pueden llegar a crecer hasta 50 metros de longitud, ¡Más que una ballena azul!
Los tentáculos contienen unos potentes aguijones que causan un intenso dolor que dura varias horas, dejando unas horribles y dolorosas ronchas de color rojo (como latigazos) en la piel durante muchos días.
En la mayoría de los casos, la picadura en sí misma no es mortal, aunque el veneno puede a veces interferir con el corazón o los pulmones y causar la muerte.
La mayoría de las muertes causadas por las picaduras de la carabela portuguesa se deben a que el nadador entra en pánico y se ahoga al intentar nadar hasta la orilla.
A pesar de ser habitantes del océano, en realidad no pueden nadar por su cuenta. Flotan a la deriva en el océano en grandes grupos, yendo a donde las corrientes y el viento les dirijan.
Aunque son unos seres muy peligrosos, debemos admitir que se tratan de unas criaturas realmente hermosas:
¿Conocías a estas fascinantes criaturas marinas?