¿Alguna vez te han llamado estufa humana? Puede parecer un calificativo exagerado, pero es cierto que la temperatura de nuestro cuerpo dice mucho de nosotros y sobre todo de nuestra salud. Te has preguntado alguna vez "¿por qué mi cuerpo desprende tanto calor?"
El calor excesivo en nuestro cuerpo es síntoma de que algo no funciona adecuadamente, sobre todo en nuestros mayores y en los más pequeños.
El calor se relaciona con el grado de humedad que haya en nuestro cuerpo. Cuando ésta aumenta nuestro cuerpo percibe una mayor sensación térmica y por tanto emana más calor.
Razones por las que mi cuerpo emana calor
La humedad es uno de los factores determinantes. Las personas que viven en climas muy húmedos, sobre todo en zonas costeras, son más propensas a irradiar más calor. Sin embargo, esto puede ser contraproducente para nuestro organismo.
Con la sensación de humedad y el calor extremo, el organismo sufre una mayor pérdida de agua y minerales lo que puede provocar consecuencias tales como:
- Golpe de calor o insolación: Es una de las consecuencias más graves, en situaciones extremas puede provocar daños muy graves en el organismo e incluso la muerte.
- Agotamiento o cansancio profundo
- Síncope: Cuando te ves sometido a altas temperaturas el cuerpo recoge todo ese calor produciendo desfallecimientos. Aunque suelen ser más comunes en personas mayores, conviene prevenirlos hidratando bien nuestro cuerpo cuando notemos excesivo calor.
- Sarpullido: puede que cueste creerlo pero irradiar demasiado calor puede provocar la aparición de sarpullidos.
- Calambres: Los calambres tanto en las extremidades inferiores como en las superiores son causa directa de la pérdida de sales y minerales.
Formas de regular la temperatura de nuestro cuerpo
Por norma general cuando nos vemos sometidos a temperaturas muy elevadas el cuerpo recoge todo ese calor pudiendo producir consecuencias fatales como las que ya hemos enumerado.
Existe una forma de regular nuestra temperatura y evitar estas dolencias. Nuestro cuerpo es sabio y si sabes escucharlo tiene una respuesta para todas tus dudas. La solución está en nuestro cerebro. Dentro del mismo, se encuentra el hipotálamo anterior cuya función es regular y equilibrar tanto la producción como la disipación del calor corporal.
Para ello aumenta y reduce la producción de calor del organismo mediante reacciones metabólicas. Así mismo, cuando nuestra temperatura corporal es demasiado elevada se encarga de aumentar nuestra frecuencia respiratoria y dilatar los vasos sanguíneos. Eliminamos parte de ese calor, a través de nuestra respiración.
Ante todo recuerda siempre que el calor puede ser bastante peligroso si no se trata con el debido respeto. Evita la exposición al sol en las horas más peligrosas. Hidratarse de forma adecuada y no olvides llevar siempre encima tu protección solar.