Anne Glancey es una profesora jubilada que nació, creció y vivió en la misma casa durante toda su vida. Anne es una mujer introvertida y vive aislada del resto del mundo desde hace varios años.
Su casa cada día está peor, y el ayuntamiento le notificó que si no realizaba las reparaciones necesarias se enfrentaría a una multas de hasta 3000 euros por día.
Anne no tenía dinero para las reparaciones y, debido a su aislamiento, tampoco cuenta con amigos ni familia que le ayuden.
La pintura del edificio se cae, el jardín y las malas hierbas están fuera de control y un viejo coche abandonado se oxida en su entrada.
Anne estaba preocupadísima y no sabía que hacer, hasta que un día encontró a su vecinos haciendo algo que nunca hubiera imaginado...
rel="nofollow noopener noreferrer">Facebook / Kristin Polhemus
La mayoría de las parejas pasan sus veranos acampando, viajando, de relax o viviendo aventuras, pero Kiristin y Adam emplearon su verano en algo diferente.
Esta pareja pasó el verano arreglando la casa Anne.
Adam y Kristin se mudaron a la casa de al lado de Anne hace cinco años. Fueron las primeras personas con las que Anne entabló cierta relación en años.
La pareja sabía de la situación de Anne, pero cada vez que hablaban de ello con Anne, ésta cambiaba de tema rápidamente.
Ese verano la pareja decidió ayudar a Anne a librarse de las posibles multas de una vez por todas.
Muchos vecinos, amigos y voluntarios colaboraron en la reparación de la casa.
Había mucho trabajo por hacer y les llevó casi todos los fines de semana del verano terminar las reparaciones.
Con el tiempo, Anne comenzó a salir de su caparazón. Al principio no salía de su casa mientras el resto trabajaban, pero ahora les lleva pastel de zanahoria casero y zumo de naranja recién exprimido.
Para cuando llegó septiembre su casa estaba perfecta. Pintada como nueva, con un hermoso césped y el destartalado coche había desaparecido.
Por fin Anne podía dejar de preocuparse por las multas y ademas conoció y se hizo amiga de muchos de sus vecinos.
La pareja estima que las reparaciones hubieran costado unos 15000 euros en manos de un profesional.
El ayuntamiento retiró todas las multas de Anne tras comprobar que todas las violaciones del código habían sido reparadas.
¿Crees que ahora Anne será más abierta con sus vecinos? ¿Sacrificarías tu verano por alguien a quien apenas conoces?
¡Comparte esta conmovedora historia de cómo una comunidad unida cambia vidas!
Fuente: People / Little Things