Quien haya vivido alguna vez en compañía de un perro, sabrá que estas mascotas no dejan de sorprendernos.
Sin embargo, puede que todas tus expectativas se vean superadas al conocer que también son capaces de reconocer si están frente a una persona de confianza. No, no es ninguna broma, la ciencia lo confirma.
A pesar de que a veces no parezcan demasiado avispados después de intentar atraparse sus propias colas por más de 5 minutos, en otros muchos aspectos, los perros son la mar de inteligentes.
En particular, sus habilidades sociales destacan sobre el resto, tanto con los seres humanos como con otros perros.
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Está más que demostrado que nuestros amigos los perretes son capaces de sentir las emociones humanas, (a más de uno le vendrá la imagen de su perro intentando consolarlo en momentos difíciles).
De hecho, son capaces de diferenciar entre caras de enfados y de alegría, e incluso mostrar celos. Sin embargo, lo que la ciencia acaba de descubrir ya es la repanocha. Al parecer, también podrían sentir si una persona es digna de confianza.
En caso de que perciba que una persona no es fiable, cualquier perro dejará de seguir las señas que esa persona pueda darle.
Todos sabemos que los perros son capaces de comprender gestos como el de apuntar con el dedo hacia algo.
Por ejemplo, si una persona apunta con el dedo hacia un juguete, una pelota o la comida, muy posiblemente el animal irá a explorar el lugar que la persona señaló.
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Además, las últimas investigaciones demuestran que son rápidos a la hora de averiguar si estos gestos son engañosos.
En un estudio publicado en la revista Animal Cognition, un equipo dirigido por Akiko Takaoka de la Universidad de Kyoto, en Japón, reclutó a 34 perros para realizar 3 rondas en las que se realizó el ejercicio de apuntar con el dedo.
Durante la primera ronda, los investigadores apuntaron hacia un contenedor con comida. Para la segunda ronda lo hicieron hacia un recipiente vacío.
Esta última acción sin recompensa hizo que los perros no respondieran a las indicaciones de los investigadores en la tercera ronda, a pesar de que volviesen a señalar hacia un contenedor con comida.
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Según la propia Takaoka, el experimento sugiere que los perros utilizan sus experiencias para averiguar si alguien es confiable.
Más allá de comprobar que los perros eran capaces de etiquetar a una persona como confiable o no, a los investigadores les sorprendió la extrema rapidez con la que devaluaban la fiabilidad de un ser humano.
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"Los perros tiene una inteligencia social más sofisticada de lo que pensábamos, la cual evolucionó selectivamente a lo largo de la historia que han vivido junto a los seres humanos”, comentaba Takaoka.
El siguiente paso, de acuerdo a la experta, sería probar otras especies estrechamente relacionadas, como los lobos. Esto revelaría los efectos más profundos que podría haber tenido la domesticación sobre la inteligencia social de los perros.
Por otra parte, este ensayo dejó entrever que nuestros amigos de cuatro patas se sienten atraídos por las cosas previsibles.
Aunque los perros son extremadamente sensibles al comportamiento humano, tienen muchas menos preconcepciones. Se limitan a vivir el presente, no reflexionan sobre el pasado ni planean el futuro.
Ante una situación, simplemente reaccionan instintivamente en lugar de reflexionar profundamente sobre lo que ello implica.
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"Está claro que los perros no nos escuchan atentamente cuando hacemos un gesto como el del estudio mostrado, sino que evalúan la información que les damos en base al beneficio que pueden recibir para lograr sus objetivos.
De esta manera, muchos perros directamente ignorarán los gesto que realicen sus dueños cuando apunten de manera incorrecta, y en su lugar utilizarám su memoria y olfato para encontrar lo que sea que esté escondido."
En resumidas cuentas, si tienes un perro que por lo general se muestra amable y simpático con las personas y de repente parece ofuscado con alguien, puede que sea buena idea prestar atención a aquello que está tratando de decirte.
