Cada persona es un mundo, y prueba de ello es que cada una tiene su propia rutina a la hora de ir al baño. Como se suele decir, "cada maestrillo tiene su librillo", y en este sentido, la manera en que decidimos dejar nuestros traseros limpios e impolutos no es ninguna excepción.
Todos nos consideramos unos expertos en aspectos como pueden ser, saber cuándo tenemos que ir al baño, cuánto tiempo debemos permanecer sentados soltando lastre o cuántas capas de papel higiénico necesitamos para limpiar el estropicio.
Puede que seas de los que se envuelven la mano como Tutankamón o de los que prefieren hacer pequeños pliegues e ir poco a poco. Aún así, más o menos todos seguimos la misma rutina día tras día.
Sin embargo, solo tendrás que hablar con un gastroenterólogo o un proctólogo para comprobar que probablemente tengan una rutina diferente a la tuya, principalmente por que utilizan toallitas húmedas.
Esto se debe a que el papel higiénico en realidad no limpia tu trasero, y lo que es más, puede generar ciertas enfermedades. Parece que el papel higiénico ha dejado de ser útil. ¡Dale una oportunidad al bidé!
En caso de que no lo sepas, los bidés son accesorios de baño similares a los inodoros que están diseñados básicamente para enjuagar tus partes íntimas.
Alternativamente, existen algunos accesorios en Amazon que se instalan directamente en el inodoro y solo cuestan algo más de 30€.
El papel higiénico no es tan bueno para nuestro ano como podríamos pensar. ¿Alguna vez has tenido alguna irritación por no limpiarte lo suficiente? Peor aún, ¿alguna vez te provocaste una fisura anal? Y para las mujeres, ¿alguna vez contrajiste infección del tracto urinario sin razón aparente?
No limpiarías una mierda de perro de tu zapato con un trozo de papel seco, al menos no si pretendes retirarla por completo, y eso es básicamente lo que hacemos cada vez que vaciamos nuestros intestinos.