La dama y el vagabundo es una historia de amor perruna que nos enseñó que el amor todo lo puede, y que las clases sociales solo son unas fronteras que cruzar; pero si hubiese sido ella la vagabunda y él el "Señor", ¿no hubiese pensado todo el mundo que ella lo quería por su dinero?
Esto es lo que le pasa a la pareja más polémica de toda Francia. Sandrine Devillars y Marcel Amphoux, forman el matrimonio perfecto.
25 años no son nada cuando el amor llama a tu puerta
Marcel es un multimillonario que vive en mitad del campo, sin luz y como un ermitaño, por ello, la por entonces agente inmobiliaria Sandrine, no esperaba encontrarse con una fortuna tras la puerta de una pequeña y modesta casa.
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Sandrine visitó al ermitaño para proponerle la venta de una de sus tierras, pero el amor surgió entre la pareja, a pesar de sus 25 años de diferencia.
gerard lambert
Un corto noviazgo dio paso a un precioso matrimonio entre la pareja, conocida por la prensa rosa francesa como "La dama y el vagabundo", aunque en este cuento, él era el millonario, pero por su aspecto, le tocó el título de vagabundo.
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Una boda modesta, en contra de lo que todos podían pensar, solo evidenciaba lo poco en común que tenían la extraña pareja.
Los familiares de Marcel no tardaron en mostrar su preocupación.
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Por desgracia, el feliz matrimonio solo duró un año, ya que Marcel murió en un terrible accidente de coche.
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La "Dama" se llevó una sorpresa al ver el testamento de su marido.
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Sandrine, antigua modelo, tendrá que volver al mundo laboral tras la muerte de su marido, ya que este, días después de su matrimonio, modificó su testamento para que todas sus posesiones pasarán a sus familiares directos y vecinos del pueblo.
La Viuda Negra, nuevo apodo que le otorgó la prensa a Sandrine tras la muerte de su marido, se quedaba sin nada. Sorprendida y tal vez decepcionada, intentó anular sin éxito el testamento.
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No sabemos si Marcel fue muy listo o Sandrine muy tonta, lo que sí es cierto es que nadie les puede quitar esos momentos de amor que llegaron a compartir.