Los habitantes de la Isla Sentinel del Norte, en el Océano Índico ha estado aislada del mundo exterior durante más tiempo del que podamos recordar. Cualquiera que haya intentado acercarse a la isla, recibiría una calurosa bienvenida repleta de furiosas flechas sin aviso alguno.
Su sociedad no parece haber avanzado de la Edad de Piedra. Han defendido con fiereza su misteriosa cultura durante miles de años, pero corre el peligro de desaparecer rápidamente si entra en contacto con la civilización moderna.
En el siglo XIX, muchos barcos chocaron contra las rocas de la isla en diversas ocasiones. Las distintas tripulaciones de los navíos tratarían de llegar a la playa, pero los nativos siempre respondían con una lluvia de flechas hacia ellos.
Una vez, en 1897, un grupo de policías llegó en la búsqueda de un fugitivo. Lo encontraron en medio del bosque, con la garganta cortada y el cuerpo repleto de flechas. Al presenciar esta terrible escena, huyeron tan pronto como pudieron.
La Isla Sentinel del Norte sólo tiene 72 kilómetros cuadrados de área. Y probablemente no vivan más de 400 personas.
En Agosto de 1981, el barco "The Primrose" encalló en una de sus impresionantes orillas. Sin embargo, los nativos reaccionaron agresivamente, atacando con lanzas y disparando flechas a los intrusos. Por suerte, nadie murió y toda la tripulación pudo ser evacuada en helicóptero.
Los científicos han tratado de establecer un contacto pacífico con los habitantes de la isla en diversas ocasiones. Han probado llevando regalos, sonriendo enérgicamente y haciendo frecuentes reverencias. Sin embargo, los nativos mostraban una completa indiferencia y también les amenazaron con sus afiladas lanzas.
En 1991, un científico indio consiguió un enorme avance al atraer la atención de los isleños. Al parecer, estaban intrigados por... unos cubos rojos de plástico. Durante varios años se dedicaron a reunir todos los cubos que aparecían en la orilla de la isla, pero igualmente se negaron a interactuar y nunca se acercaron a los científicos.
Después de escuchar todos sus gritos y sonidos, los antropólogos determinaron que los sentineleses utilizaban un lenguaje que no guardaba parecido con los demás que se encuentran en las islas Andamán.
Llegaron a la conclusión de que estas personas debían haber vivido aislados incluso de sus vecinos isleños durante miles de años.
Oficialmente, la isla es parte de India, pero el gobierno Indio ha declarado que no tiene intención de intervenir en la vida delos sentineleses - pueden vivir como quieran. El gobierno ahora incluso lo protege de los turistas curiosos que llegan a la isla. Hay varias razones lógicas para ello - en primer lugar que es peligroso (en 2006, los isleños mataron a dos pescadores desafortunados que llegaron a la isla debido al mal tiempo), y en segundo lugar, los nativos no tienen inmunidad a las enfermedades del exterior, lo que significa que un simple resfriado podría matarlos.
Aunque estos pueblos aborígenes no tienen ningún interés en el mundo exterior, nunca dejan de fascinarnos. ¿Que se siente al vivir en su pequeño universo, y qué piensan acerca del mundo exterior?
En la Isla Sentinel del Norte parece que el tiempo se haya detenido en un pasado muy lejano. Es increíble pensar que existen personas, en pleno siglo 21, que no tienen ni idea acerca de lo que significa el Internet o la bomba atómica, manteniendo una cultura de una época en que las personas creían que los Dioses habitaban piedras y árboles.