Durante 21 años, Lucy Ashen ha compartido edificio con una anciana de Londres que no tenía a nadie que la cuidará. Lucy intentó en varias ocasiones entrar en el piso de la mujer para ayudarla a limpiar y en lo que necesitase, pero la señora insistía en aislarse y no quería recibir a nadie en casa.
Después de muchos intentos, Lucy fue ganándose poco a poco la confianza de su vecina y esta la invitó a su apartamento. Cuando entró, se quedó espantada al ver las condiciones en las que vivía esta señora.
Lucy suponía que el piso de la mujer estaría sucio porque ella estaba muy mayor para poder limpiarlo bien, pero jamás se hubiese esperado lo que vio aquel día.
No había comida, la suciedad y la mugre cubría el suelo de cada habitación. Su ropa estaba llena de agujeros, así como sus muebles. Y, por si fuera poco, la mujer no se había duchado desde hacía 13 años.
"Lo que vi ese día se me quedará grabado en la mente para siempre."
Mientras la mayoría se hubiese dado la vuelta y hubiese abandonado a la mujer, Lucy se sintió en la necesidad de ayudarla. Tanto ella como su hija de 14 años se pusieron manos a la obra y decidieron cambiar por completo el piso y las condiciones de vida de la anciana.
"En ese mismo memento supe que necesitaba ayuda, así que, sin pensármelo demasiado, puse un mensaje en Facebook pidiendo voluntarios junto con una lista de todo lo que ella necesitaba."
En menos de 24 horas, Lucy contaba con más del 80% de todas las cosas que pidió, estaba realmente sorprendida y agradecida. Tardó más de 11 días en limpiar el piso para dejarlo en condiciones aceptables para que la mujer pudiese vivir en él.
Una vez que terminó, publicó en su Facebook un texto de agradecimiento informando sobre el estado actual del piso. Según ella misma afirmó en la publicación, la anciana ahora tenía cama (antes dormía en el suelo), muebles limpios, podía comer tres veces al día y, lo mejor de todo, amigos en los que confiar.
Lo que Lucy hizo por esta anciana es realmente admirable. La situación en la que vivía le pilló completamente por sorpresa pero no dudó ni un solo momento en ayudarla. Cambió por completo su vida y la llenó de felicidad. Necesitamos más personas como Lucy y su hija en este mundo.
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