La ansiedad es un trastorno que sufren muchas personas, pero que no terminan de entender. No le dan la importancia que realmente tiene y piensan que es algo que pasará con el tiempo.
Sin embargo, es mucho más complicado. Los síntomas mentales van acompañados de síntomas físicos, afectando a todo el cuerpo.
Estos síntomas suelen confundirse con los de otras enfermedades como el vértigo, el asma o los ataques al corazón. Suelen aparecer de forma extraña, consiguiendo que visites al médico con bastante frecuencia sin encontrar el motivo.
La gente con ansiedad suele experimentar sudoración, taquicardias o dificultad para respirar, pero muchos otros síntomas como mareos o dolores de cabeza se ignoran y no se relacionan con la ansiedad. Además, la tensión muscular puede terminar en dolor de cuello y espalda. La ansiedad también puede afectar a tu sistema gastrointestinal, sufriendo malestar estomacal, reflujo ácido o diarrea.
Es muy difícil diagnosticar la ansiedad ya que normalmente tienes que descartar todo lo demás antes de conseguir una conclusión definitiva.
Debes saber que en ocasiones, el miedo a los síntomas puede agravarlos y producir más ansiedad. El sentimiento de temor e incluso de anticipación puede convertirse en la amenaza.
Lo mejor será intentar controlar la ansiedad. Puedes optar por tomar soluciones más naturales o por preguntarle a un especialista y buscar la intervención médica. Recuerda cuidarte y estar alerta a los síntomas que pueden surgir, a los que a veces no les hacemos caso.
¿Qué te ha parecido? ¿Crees que la gente no es consciente de la importancia real de este trastorno? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Compártelo con todos tus amigos y familiares para que conozcan los síntomas que van relacionados con la ansiedad! Fuente: Shared
