Imagina que una noche cualquiera te despiertas de un sobresalto, quieres reincorporarte pero inexplicablemente no eres capaz.
Por alguna extraña razón tu cuerpo no obedece las órdenes que le mandas desde tu cerebro. Te encuentras totalmente despierto, en plena oscuridad, sin saber porqué o qué te retiene completamente inmóvil sobre la cama.
De repente notas que algo se mueve en la oscuridad, justo en una de las esquinas de la habitación. Horrorizado, observas cómo la extraña figura parece que se aproxima lentamente hasta tu cama.
Entonces intentas pedir ayuda, quieres gritar pero tus labios parecen estar sellados. Eres incapaz de articular cualquier palabra o emitir algún sonido. Poco después, empiezas a notar que te falta el aire, de repente te ahogas como si una mano te agarrase la garganta y no te dejase respirar.
De repente, sumido en pánico, todo desaparece. Recuperas el control de tu cuerpo, respiras con normalidad y te planteas si todo lo que has vivido era tan sólo una pesadilla.
¿Parece una historia de miedo, verdad? Pues desgraciadamente es una realidad que sufren muchas personas en el mundo. Este tipo de experiencias son totalmente normales para los que que sufren parálisis del sueño. Sin duda, este trastorno es uno de los más aterradores que se conocen a pesar de tener una explicación muy sencilla.
Antes de que la ciencia estudiase este tipo de trastorno, las personas daban rienda a su imaginación a la hora de intentar darle una explicación. Antiguamente, no existía ninguna explicación científica que explicase situaciones "paranormales" como ésta, por lo que normalmente se les atribuía a seres sobrenaturales o divinos.
Como era de esperar, el diablo o los demonios solían ser los protagonistas de estas experiencias. Afortunadamente, a día de hoy estas pesadillas hechas realidad tienen una base científica demostrada. Entonces, ¿qué es lo que ocurre en realidad?
Sufrimos parálisis del sueño cuando nuestra mente esta despierta pero nuestro cuerpo aún está dormido. Puede ocurrir tanto cuando estamos a puntos de quedarnos dormidos o cuando estamos a punto de despertar, siendo esta última la situación más frecuente para que se dé este tipo de trastorno.
Aproximadamente, 90 minutos después de dormirnos, entramos en la fase de sueño REM (rapid eye movement), fase donde somos más propensos a soñar. En esta etapa, nuestro cerebro inhibe el movimiento de la mayoría de nuestros músculos para evitar que nos lesionemos de forma involuntaria mientras soñamos. Eso explica la parálisis corporal. Cuando despertamos, por lo general el cerebro vuelve a activar nuestros músculos, sin embargo, durante la parálisis del sueño, los neurotransmisores que bloquean los músculos siguen activos.
¿Y qué ocurre con las espeluznantes formas que vemos moverse a nuestro alrededor? Por suerte para nosotros, a pesar de que parezcan muy reales son simples alucinaciones.
Aunque creas que estás consciente, tu mente todavía está soñando, es por eso que todo parece tan real. Vale, ya sabemos lo que ocurre, pero entonces, ¿cómo podemos hacer que cese esta locura?
Bueno, antes de nada deberíamos de preguntarnos, ¿dormimos suficiente? ¿estamos ansiosos cuando nos vamos a la cama?
Para poner remedio a estos episodios, debemos evitar llevar un estilo de vida estresante, pero sobre todo, tenemos que aprender a dejar todo ese estrés atrás antes de intentar dormir.
Si aún así seguimos teniendo un sueño agitado tendremos que acudir a la medicina para que podamos sobrellevar este tipo de problema. Puede que tengamos problemas de sueño debido a un tratamiento que tiene efectos secundarios o porque sufrimos algún tipo de trastorno del sueño que tenga antecedentes en la familia.
En cualquier caso, si te encuentras inmerso en alguna pesadilla de este estilo, no te preocupes y recuerda que es tu propio cerebro el que está jugándote una mala pasada.
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