Todo el mundo se tira pedos y eructos, es un hecho. Aún así, la mayoría de nosotros prefiere no pasar demasiado tiempo hablando de los escapes gaseosos. Puede que sea algo natural, pero no es exactamente un tema de conversación con el que amenizar una tarde.
Sin embargo, hoy creo que debemos hacer una excepción. Los gases pueden ser asquerosos, pero son importantes.
En general, tirarse algún que otro pedete de vez en cuando es incluso saludable. Pero a veces, son un signo de problemas de colon que indican que algo más peligroso está sucediendo en tu cuerpo.
Lo cierto es que los gases son una poderosa herramienta de comunicación. A veces, tus pedos y eructos son la única señal de advertencia que puedes recibir de que algo está muy mal. Algunos síntomas pueden ser simple indigestión, mientras que otros intentan decirte que tiene un bloqueo en el tracto digestivo u otros problemas serios de colon.
Es por eso que todos tenemos que aprender a qué gases debemos prestar atención para acudir al médico cuando aparezcan.
7 Tipos de gases que debes compartir con tu médico de inmediato ¿Qué son los gases?
Los gases son un subproducto totalmente natural de nuestro sistema digestivo. Básicamente, es el exceso de aire que se acumula dentro del cuerpo cuando comemos.
Muchos alimentos, como los alimentos ricos en fibra, liberan gas cuando se descomponen, aunque también podemos terminar con gases después de beber refrescos o tragar aire cuando comemos.
Gas tipo 1: Extremadamente apestoso
Puede que te sorprenda saber que la mayor parte de los gases que expulsamos son inodoros. Solo el 1% de los gases que expulsamos son malolientes.
Si notas que todas tus flatulencias son excepcionalmente apestosas, podría indicar un sobrecrecimiento bacteriano en tu intestino.
También podría estar relacionado con una sensibilidad a ciertos alimentos que irritan tu sistema digestivo de sobremanera. Algunas sensibilidades alimentarias, como la celiaca y la enfermedad de Crohn, son serias y requieren atención médica rápida.
Gas tipo 2: Increíblemente doloroso
A veces, los gases se acumulan en los intestinos, lo que puede causar dolores agudos que cambian y se desplazan por el vientre.
Normalmente, esto solo significa que necesitas ir al baño dentro de poco y que no hay espacio para que los gases puedan alcanzar su salida habitual.
Sin embargo, si experimentas dolores ocasionados por los gases de forma continuada, incluso después de defecar, podría significar que algo más grave está obstruyendo tus intestinos.
Un dolor producido por gases que no desaparecen podría indicar que hay un bloqueo como un tumor u otra irritación como una úlcera o un apéndice inflamado.
Gas tipo 3: Hinchazón excesiva
La hinchazón es un síntoma incómodo que a menudo viene acompañado de dolor. Este abultamiento es provocado por la presión que ejerce una acumulación excesiva de gas en el vientre, la cual puede generar algunos ruidos de vez en cuando.
Este es otro síntoma que es totalmente normal si ocurre de vez en cuando, pero una hinchazón intensa puede indicar que tiene una afección como el Síndrome del Intestino Irritable (SII) que causa sensibilidad e inflamación digestivas.
Gas tipo 4: Deposiciones gaseosas
Esto sucede cuando cualquier movimiento intestinal se ve interrumpido por los gases. Puede que notes que los excrementos se rompen en pedazos o están sueltos (casi como diarrea) porque contiene bolsas de gas atrapadas en el interior.
La deposición gaseosa ocasional no es nada de lo qué preocuparse, pero si ocurre cada vez que vas al baño, es posible que debas revisar el páncreas. Si el páncreas comienza a fallar, la comida no será digerida y compactada adecuadamente.
Gas tipo 5: Gases constantes
¿Sientes como si siempre estuvieras luchando por contener un pedete? Es posible que tengas exceso de gases.
En otras palabras, tu cuerpo produce mucho más gases del que debería. Esto podría indicar que tu dieta es demasiado alta en azúcares y fibra.
El exceso de gases también puede indicar los efectos del Síndrome del Intestino Irritable o, en casos más graves, cáncer de colon.
Gas tipo 6: Eructos de azufre
Por lo general, solemos preocuparnos más por los gases que escapan por el final del tracto digestivo, pero los eructos también pueden revelar serios problemas de salud.
La mayoría de los eructos son solo gases atrapados de nuestra comida, pero debes tener cuidado con los "eructos de azufre".
Estos eructos malolientes y podridos pueden mostrarse como un síntoma más del SII, aunque también pueden estar asociados con el parásito Giardia.
Gas tipo 7: Pedos dolorosos
Hemos escuchado sobre el dolor gastrointestinal, pero ¿qué pasa con el dolor cuando el gas es expulsado?
Si experimentas una sensación de escozor y ardor, podría indicar que tiene un problema doloroso como fisuras anales o hemorroides.
Estas condiciones no son muy serias al principio, pero debes tratarlas de inmediato para evitar que las condiciones se vuelvan más peligrosas y dolorosas.
¿Cómo lidiar con los gases?
Entonces, si tienes experiencias incómodas con los gases, ¿qué deberías hacer?
Es probable que desees hablar con un gastroenterólogo sobre los motivos que podrían estar causando tu malestar estomacal.
También puedes investigar si eres sensible a ciertos alimentos, en cuyo caso, un dietista debería poder ayudarte a cambiar tu estilo de vida para satisfacer las necesidades de tu barriga.
Al final del día, lo más importante es que le cuentes a tu médico tu problema en lugar de preocuparte por que pueda ser un tema embarazoso.
¡Comparte los tipos de gases que debes controlar con todos tus amigos! Fuente: Littlethings