Sin lugar a dudas, una de las cosas más divertidas que podías hacer de pequeño era silbar o chiflar con los dedos, de manera que se creaban competencias en la escuela con tus amigos para ver quién lo hacía más fuerte.
Se trata de un sencillo método para poder emitir un fuerte silbido con el que puedes llamar la atención de tus amigos, o cualquier persona a la que necesites avisar y que se encuentre a cierta distancia.
Sin embargo, no todo el mundo parece capaz de conseguirlo, intentándolo muchas veces y dándose finalmente por vencidos. En mi caso, por mucho que lo estuve intentando, nunca conseguí que saliese ningún sonido de mi boca. Mis amigos me intentaban explicar el proceso, pero ni siquiera de esa manera pude lograrlo, siempre acababa pringado de saliva.
Si a ti te pasaba lo mismo y no podías hacerlo (e incluso quizás todavía no lo has logrado) hoy te vamos a enseñar el método perfecto para conseguirlo. Seguramente ya no tengas la edad para estar silbándole a la gente por la calle, pues para muchos puede resultar un sonido un tanto desagradable, pero te vendrá genial para cuando necesites avisar a alguien que esté un tanto lejos y no puedas llamarle.
Pero tenemos buenas noticias, y es que te vamos a presentar un método para aprender a silbar con los dedos mediante cuatro simples pasos. ¡Y lo mejor de todo es que realmente funciona!
En unos minutos con estas instrucciones conseguirás lo que no habías logrado en toda tu vida. Al principio puede que sólo te salga un tímido silbido, pero cuando pruebes unas veces te volverás un profesional.
Cómo chiflar y silbar con fuerza con los dedos en cuatro pasos: 1. Forma una "A" juntando los dedos índice y corazón de ambas manos como puedes ver en la imagen
Debes asegurarte de extender completamente los dedos índice y corazón de tus manos para conseguir un silbido fuerte, al mismo tiempo pliega tus dedos anular y meñique, sujetándolos con el dedo gordo.
A continuación forma una "A" juntando las manos como se ve en la imagen superior. Hacerlo bien es fundamental para conseguir chiflar correctamente.
2. Cubre tus dientes con los labios
Es fundamental colocar bien los labios. Debes lamer ligeramente tus labios y sitúalos cubriendo tu dentadura, como si fueses una persona mayor sin dientes.
Es muy importante que los labios cubran tus dientes para evitar que se te pueda escapar el aire. Sitúalos como más cómodo te sientas, en función del tamaño de tu boca y el grosor de los labios.
Sin embargo, tampoco es necesario que hagas mucha fuerza ya que luego tus dedos te ayudarán a sujetarte los labios.
3. Empuja tu lengua hacia atrás con los dedos
Empuja con la yema de tus dedos la parte de debajo de tu lengua y dóblala hacia atrás dentro de tu boca.
Puedes colocar tus dedos sobre tus labios y los empujas hasta llegar al primer nudillo. Al menos 1/4 de tu lengua (digamos que la punta de la lengua) deberá descansar doblada hacia atrás. No hace falta hacer fuerza, simplemente sujétala con los dedos para que repose doblada dentro de tu boca.
4. Sopla por el hueco que hay entre tus dedos índices
Al fin hemos llegado al último paso. Puede que no lo consigas a la primera. Necesitarás coordinarte bien y practicar varias veces. Lo que puedes hacer es intentarlo delante de un espejo para que te resulte más sencillo imitar correctamente todos los pasos.
Debes intentar soplar por la boca, sintiendo que el aire sólo sale tocando la punta de tu labio superior. Si ves que se te escapa el aire por las comisuras, tendrás que cerrar más la boca y los labios. ¡Todo tiene que estar perfectamente sellado!
Ahora solo te queda practicar un poco y divertirte. ¡Si lo consigues no dudes en dejarnos un comentario!
Si te ha gustado este método compártelo con tus amigos y probar a ver quién silba más fuerte