Ser madre es una experiencia única que te deja marcada para siempre, pero todo tiene sus efectos secundarios.
Al lado de la felicidad que te da un hijo, cualquier cosa parece una minucia, y eso pasa cuando notas que el cuerpo cambia. Estrías, piel sobrante o más peso pueden ser algunas de las consecuencias de estar embarazada.
Dar a luz provoca en ti muchos efectos
Nueve meses después de la difícil tarea de llevar a un bebé dentro de ti, llega la hora de dar a luz. El vínculo ya está sellado entre vosotros, ahora toca reforzarlo fuera del vientre y empezar a vivir una etapa diferente.
¿Qué es lo "peor" de todo esto? Es evidente que el cuerpo tiene memoria, sobre todo la piel, y la zona de la barriga sufre grandes cambios que se verán reflejados cuando pasen los meses de embarazo.
Pero no tienes que avergonzarte, son marcas que merecen la pena cuando por fin tienes a tu bebé en los brazos y no debes tener miedo a mostrar esas cicatrices. El deporte y una dieta equilibrada pueden devolverte a la figura que tenías antes.
Algunas madres se sientes orgullosas de la figura que se les ha quedado después del embarazo, y lo muestran en las redes sociales abiertamente porque lo entienden como señales que le recuerdan todo lo que han pasado.
Noches en vela, 'pataditas', llantos y muchos pañales que cambiar hasta que los pequeños crecen, y esa primera etapa no es nada fácil de superar. Es complicado que todo vuelva a recomponerse, y de hecho lleva su tiempo.
Al principio es normal que centres toda tu atención en el bebé y no puedas dedicarte ni un minuto, por eso puede ser que dejes un poco de lado tu figura, porque deja de ser algo tan esencial como el cuidado de tu hijo.
Ser madre es una experiencia única que muchas mujeres desearían experimentar, y el aspecto físico pasa a un segundo plano cuando el culpable de todos tus cambios será el futuro amor de tu vida.