El hígado es un órgano grande, ubicado a la derecha de la cavidad abdominal, responsable de varias funciones vitales en nuestro cuerpo.
Puede verse afectado por muchas enfermedades diferentes, entre las más comunes se incluyen hepatitis, cirrosis, esteatosis y cáncer. Muchas de las enfermedades hepáticas tienen síntomas en común porque, a pesar de tener orígenes distintos, terminan acometiendo las mismas funciones del hígado.
A continuación te mostramos 6 señales propias de un hígado enfermo: 1- Dolor en el área hepática
La sensación de dolor en el área superior derecha del abdomen advierte que el hígado podría estar en problemas. Por lo general, es un dolor sordo, sin embargo, a veces puede volverse bastante intenso.
Recuerda que la función del hígado es eliminar las toxinas, filtrar los desechos y ayudar al cuerpo a digerir los alimentos para convertirlos en elementos nutricionales. Cuando el hígado se ve afectado por una enfermedad, no puede funcionar de manera eficiente, se hincha y produce dolor.
2- Hinchazón de piernas y tobillos
Cuando el hígado se daña, este intenta repararse a sí mismo formando tejido cicatricial. Mientras más tejido cicatricial exista, más difícil le resultará desempeñar su función correctamente, lo que finalmente conduce a la hipertensión portal.
Esto último hace que el líquido se acumule en las piernas (edema). La buena noticia es que la hinchazón es indolora.
3- Ganar peso
Si experimentas un aumento de peso repentino que no parece deberse a una mala alimentación o trastorno hormonal, es posible que desees revisarte el hígado.
Si el hígado se ve desbordado por la cantidad de toxinas que entran en el cuerpo (alcohol, edulcorantes artificiales, grasas, ciertos medicamentos, etc.), comienza a almacenar las toxinas sin filtrar en las células de grasa. Este desastre no te impedirá perder peso a menos que ayudes a tu cuerpo a depurar el hígado.
4- Alergias
Más a menudo de lo que crees, las alergias aparecen como resultado de un hígado sobreexplotado y cansado. Cuando hay demasiadas sustancias ingresando al torrente sanguíneo, el cerebro las reconoce como alérgenos y libera anticuerpos y sustancias químicas (histaminas, etc.) que provocan erupciones con picor.
Si el hígado estuviese sano, podría limpia la sangre de todas las moléculas dañinas y así eliminar el efecto que un alérgeno tiene en el cuerpo.
5- Piel y ojos amarillentos
La ictericia tiene lugar cuando los ojos o la piel de una persona se tornan amarillentos. En realidad no se trata de ninguna enfermedad en sí, sino de un síntoma derivado de otras dolencias.
La ictericia aparece normalmente cuando un hígado enfermo hace que el sistema acumule demasiada bilirrubina, un pigmento amarillo que se forma por la descomposición de los glóbulos rojos muertos en el hígado. ¿Adivina qué sucede cuando el hígado no puede eliminar la bilirrubina? Exacto, adquirimos un color amarillento.
6- Fatiga crónica
El síndrome de fatiga crónica se asemeja a una gripe que no termina de curarse. Por definición, se debe experimentar los síntomas durante al menos 6 meses antes de que pueda diagnosticarse como fatiga crónica.
La razón detrás de esto es la intoxicación del hígado. El hígado, en gran medida, contribuye al suministro de energía en el cuerpo, pues convierte la glucosa en glucógeno y la almacena para su posterior uso. Un hígado enfermo apenas puede producir glucosa y tiene muy poco espacio para almacenarla.
Afortunadamente, no debes desesperarte si sufres alguno de los síntomas. El hígado puede curarse a sí mismo, solo es necesario que dejes de llevar un estilo de vida destructivo. La limpieza del hígado se alcanza llevando hábitos saludables.
Por otra parte, existe una serie de productos naturales que aumentan el rendimiento hepático como el té verde, la cúrcuma, las frutas y las verduras orgánicas.
¡Comparte los síntomas de un hígado enfermo con todos tus amigos!