5 Trucos infalibles para asegurarnos de que no nos estafan a la hora de comprar mandarinas

5 Trucos infalibles para asegurarnos de que no nos estafan a la hora de comprar mandarinas

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5 Trucos infalibles para asegurarnos de que no nos estafan a la hora de comprar mandarinas banner
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Ir a la compra no es lo mismo que saber comprar y en muchas ocasiones te preguntarás de dónde sacan tus amigos esa fruta tan rica que pruebas cuando vas de visita. La clave está en el tiempo que ellos invierten en elegir sus piezas de fruta y que tú simplemente las coges del montón y te las llevas sin pena ni gloria.

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Esto pasa con todas las frutas, pero las mandarinas son una de las frutas de temporada más difíciles de escoger. No todas son iguales y el tamaño no es lo único importante. Te pueden gustar ácidas o más dulces, pero lo que todos tenemos en común es que queremos que las mandarinas tengan mucho sabor.

Cómo escoger las mandarinas perfectas sin probarlas 1- No todas son lo mismo

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La familia de las mandarinas es más amplia de lo que habías imaginado y sus parientes más cercanos son normalmente confundidos con ellas. Mandarinas, clementinas, satsumas y tangelo son parecidas entre sí, pero cada una aporta un sabor diferente a tu paladar.

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Si te gustan los sabores más intensos y ligeramente ácidos deberás apostar por las mandarinas y tangelos. Las clementinas y satsumas son más dulces y no tienen semillas, además de que pueden ser almacenadas durante al menos dos meses.

2- ¿Fresca o no?

Si ya tienes claro el tipo de mandarina que te gusta, es el momento de saber si están frescas o no a la hora de comprarlas. Cuánto más tiempo haya pasado desde que el fruto se ha recolectado, más jugo ha perdido, y por lo tanto más peso habrá perdido. Para llevarte las piezas más jugosas y frescas deberás comparar el peso de cada una de ellas.

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3- La piel lo dice todo

Puedes usar la cáscara de la mandarina para determinar lo jugosa que está, sin pelarla, obviamente. Cuanto más firme sea la piel y más difícil sea de pelar la mandarina, más jugosa estará. Si se siente como unos pantalones que ya te quedan grandes, es que ha perdido jugo.

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4- La unión con el árbol

El punto por el cual estaba unida la mandarina al árbol es clave a la hora de determinar su frescura. En óptimas condiciones deberá ser blanco y limpio, si empieza a estar negro, es que la fruta ha empezado a morir.

5- Mandarinas con tallo

Si las mandarinas vienen con el tallo, este también puede ayudarte a elegir la mejor de todas. Si las hojas son jugosas, flexibles y verdes, son un indicativo de que la fruta es fresca, pero las hojas se pudren muy fácilmente, si se desmoronan en las manos no quiere decir que la mandarina ya esté pasada.

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¿Estabas escogiendo bien tus mandarinas? ¿Sabes ahora elegir la mandarina perfecta? ¡Compártelo con tus amigos para que no te vuelvan a ofrecer una fruta pasada! Fuente: cleverly  Imagen de portada: wikipedia CC BY-SA 3.0

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