Seguramente estemos de acuerdo al afirmar que a nadie le gusta tratar el tema de la muerte, siempre es un asunto que a muchos les da muy "mal rollo" y que se termina evitando. Pero aún así, lo que está claro es que a todos nos gustaría dejar un buen recuerdo entre la gente que nos ha conocido y nos ha querido.
Alguien dijo en una ocasión que "nadie es imprescindible en esta vida, pero sí necesario", lo cual da a entender que todos tenemos un don, una función y unas cualidades que si no son compartidos, no sirven de absolutamente nada...
Por este motivo, cuando alguien fallece, uno de sus deseos es el de dejar a sus seres más queridos aquellos objetos que han sido importantes para esa persona. Seguramente a todo el que lea este artículo le vendrán a la cabeza cosas de valor económico, pero en este caso nos referimos a bienes de un valor sentimental. Podría tratarse de una antigua receta que nadie ha sido capaz de igualar, un diario secreto, una colección de cartas, etc.
Son objetos que pueden haber pasado por un montón de generaciones y que forman parte de la querida historia de una familia. La persona que transmite esta herencia, se asegura de ser recordada por sus familiares.
Algo parecido le ocurrió a una mujer de Nebraska. En su caso, el legado que ha dejado no es ningún objeto pequeño, pero seguramente hará que sea recordada por mucho, mucho tiempo. ¡Su herencia es el resultado de su gran pasión por el acolchado! Esta mujer dedicó toda su vida a bordar preciosas piezas de edredón con llamativos diseños y colores.
Echa un vistazo a las imágenes que aparecen a continuación para admirar el gran trabajo de esta mujer.
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rel="nofollow noopener noreferrer">Facebook/ Quilting
Una mujer llamada Christina creó un grupo de Facebook llamado "colchas", para publicar una foto del funeral de su abuela.
Lo que ella no sabía es que su post suscitaría tanto interés entre los amantes de este tipo de artesanía. Sin duda, la ceremonia tocó muchos corazones. Fue muy impactante, ver expuesta en los bancos de la iglesia toda la colección de colchas que la abuela había bordado con tanto cariño.
La abuela de Christina, Margaret, había sido una maestra del acolchado. Estaba tan entusiasmada con este arte, que decidió coser con todo su amor docenas y docenas de edredones en el transcurso de su vida.
Con motivo del funeral, amigos y familiares de Margaret se unieron para juntar y exponer las colchas. Fue una celebración muy acorde con la labor de una mujer que además de pasar semanas enteras cosiendo, regalaba siempre sus creaciones a la gente de alrededor.
De acuerdo con su nieta, la abuela de Margaret repartió edredones entre sus hijos, nietos y bisnietos con motivo de graduaciones y matrimonios, entre otras ocasiones.
"Fue impactante ver toda la obra de mi abuela repartida por los bancos de la iglesia. No podíamos imaginar que habría tantas colchas".
Para alguien que nunca ha intentado elaborar de este tipo de piezas, el legado de edredones que dejó Margaret puede que no les parezca gran cosa. Sin embargo, si conoces el esfuerzo que supone cada uno de ellos a la hora de ser tejidos a mano, quedarás impresionado.
Después de todo, el arte de acolchar es un proceso muy intenso que requiere una gran experiencia. Incluso los edredones simples necesitan mucho tiempo para ser creados, en el caso de los edredones más complejos, estos pueden tardar semanas o incluso meses en ser terminados.
Curiosamente, el arte de acolchar tiene una relación muy estrecha con el luto y con la celebración de la vida.
Hay mucha gente que elabora los edredones en memoria de algún fallecido. Estos edredones se exhiben en el funeral o estela, y pueden ser bordados con un mensaje o hechos de la ropa de la persona que ha fallecido.
En algunos casos, la colcha funeraria incluso se dispone en forma de un ángel.
Esta figura trata de representar el alma del fallecido en cuestión, simulando cuidar y brindar protección a la familia y amigos que acuden a su entierro.
Por supuesto, en el caso de Margaret, son directamente sus propios edredones los que estuvieron presentes en su despedida para vigilar y proteger a la familia que ha dejado atrás.
Si conoces alguna historia de alguien que haya despedido a un ser querido de una manera muy peculiar, ¡no dudes en compartir con nosotros tu historia!