Alissa, la esposa de Brad, lleva recibiendo sesiones de quimioterapia desde diciembre en el Centro de Cáncer Methodist Estabrook de Omaha, Nebraska. Hace poco se sometió a tres cirugías y recibió su último tratamiento de quimioterapia.
Con ayuda de sus cuatro hijos, Brad decidió hacerle una sorpresa muy especial en el hospital el día en el que recibió su último tratamiento.
Brad decidió celebrar la valiente recuperación de su mujer con flores y hacer una donación en su nombre a la investigación del cáncer de mama.
Ese día Brad escribió esto en su Facebook...
"Hoy es el último tratamiento de quimioterapia de mi esposa. Me ha sorprendido con la fuerza, el valor, y la actitud positiva que ha tenido a pesar de todo.
Todavía le quedan algunas operaciones de cirugía por delante, pero el hecho de haber superado todas las sesiones de quimioterapia ya es un gran reto.
Yo sentía la necesidad de hacer algo especial el día de su último tratamiento para celebrarlo y para demostrarle el profundo amor que siento por ella y que vea todo el apoyo que le brindan sus amigos y familiares.
También quería, en honor a su lucha contra el cáncer, hacer una donación en su nombre a la investigación del cáncer de mama.
Para lograr esto, en secreto he enviado un mensaje a varios amigos y familiares de Alissa.
Les pedí que me ayudaran con esta sorpresa para poder bañarla en rosas durante su último tratamiento. Hablé con una floristería local para hacer los pedidos.
Cada rosa fue comprada por 10€ y todas las ganancias fueron donadas a Susan G. Komen para la investigación del cáncer de mama.
Me quedé muy sorprendido cuando todos empezaron a hacer los pedidos de las rosas.
Llegamos rápidamente a las 100 rosas rosas, luego 300, luego 400. Cuando llegamos a 500 rosas le dije a la tienda de flores que detuviese el pedido de rosas y dejara que el resto de pedidos pasasen a convertirse en donación directa a Susan G. Komen.
Fueron más de 170 familias las que quisieron comprar rosas y terminamos recaudando más de 4500€ para la investigación del cáncer de mama.
Sus dos hijas adolescentes y cuatro amigos muy cercanos de Alissa hicieron la entrega.
Después de rodear a mi esposa con rosas, se las regalamos al resto de pacientes con cáncer que reciben tratamiento en el mismo hospital como regalo de nuestra familia.
Me conmovió mucho y me dio mucha alegría poder compartir las rosas con el resto de pacientes de cáncer, fue uno de mis momentos preferidos del día. Muchos se emocionaron y les caían lágrimas de los ojos al leer la carta que escribí para ellos.
¡Muchas gracias por todo el apoyo de nuestros amigos y familiares!"
¡Comparte esta preciosa historia con todos tus amigos para apoyar a estos héroes que luchan contra esta enfermedad día tras día! Fuente: Little Things