Cada vez son más los hospitales que reportan la llegada de pacientes de entre 22 y 44 años (sobre todo mujeres) que acuden a la consulta quejándose de episodios de ceguera temporal de entre 2 y 15 minutos.
Después de realizar varias pruebas, hacer escáneres de resonancia magnética y chequeos cardíacos sin hallar una razón concluyente, los médicos decidieron examinar de cerca el comportamiento de las pacientes y fue entonces cuando descubrieron algo realmente sorprendente.
Todos somos culpables de pasarnos las horas muertas revisando el Instagram, sobre todo cuando estamos en la cama y esperamos a quedarnos dormidos. Pues bien, los médicos han vinculado un uso excesivo del teléfono con este episodio de ceguera temporal que está golpeando a la sociedad.
Lamentablemente, una mujer continuó haciéndolo incluso después de que los médicos le advirtieran que el daño podría ser permanente.
Algunas investigaciones adicionales publicadas en The New England Journal of Medicine, nos ayudan a entender mejor por qué usar el teléfono durante la noche causa ceguera temporal. Y al parecer, resulta que todas la horas que permanecemos acostados comprobando nuestros teléfonos se traduce en horas extras que obligamos a trabajar a nuestros ojos.
Un ojo se acostumbra a la oscuridad, mientras que el otro se acostumbra al brillo de la pantalla. Y una vez que finalmente nos disponemos a dormir, esta discrepancia entre los ojos confunde el cerebro, que en última instancia tiene dificultades para distinguir entre el día y la noche.
Tristemente, esta confusión puede conducir a los síntomas de ceguera temporal, y en el peor de los casos, incluso puede causar daño permanente en el ojo.
Con el aumento del uso del teléfono móvil, la luz que proviene de las pantallas LEDs es absorbida por nuestros ojos en cantidades nunca vistas hasta la fecha.
Debido a que nuestros dispositivos móviles son algo tan reciente, los médicos han sido incapaces de diagnosticar el origen de la ceguera temporal causada por las luces LEDs a tiempo. Es ahora cuando el daño causado por la larga exposición a la luz azul está llegando a ser clara.
Un oftalmólogo afirma que algunos de sus pacientes de 35 años tienen la vista tan dañada por la exposición nocturna a la luz de sus teléfonos que ven igual a como lo haría una persona de 75 años.
Para empeorar las cosas, el daño potencial va mucho más allá de los ojos. Los expertos en salud de Harvard confirman el vínculo entre la luz azul y varios tipos de cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas y obesidad.