Stacey Wilson estaba sentada en un salón de belleza haciéndose una pedicura pero no tenía ni idea de que las máquinas y las herramientas que estaban utilizando no estaban limpias e iban a cambiar su vida.
Todo empezó cuando la empleada del salón utilizó una piedra pómez para eliminar la piel muerta y los callos de su piel. Stacey asegura que la trabajadora sabía que lo estaba haciendo demasiado fuerte pero siguió haciéndolo de igual modo.
La piedra pómez dejó varios cortes en su piel, uno bastante grande debajo del dedo meñique. Stacey se dio cuenta de la mayoría de los cortes pero no pensaba que fueran nada del otro mundo.
Al día siguiente el talón de Stacey estaba rojo y le dolía. El dolor siguió empeorando conforme pasaban los días por lo que el martes cuando ya no podía ni estar de pie decidió que era hora de ir a urgencias.
Después de varias pruebas los médicos dictaminaron que Stacey había contraído una infección.
Los médicos del hospital explicaron que se debía a las herramientas sucias del salón de belleza y que causan esta dolorosa infección. Esta infección se llama cellulitis, una infección cutánea, y también se contagia en gimnasios o eventos deportivos llenos de gente.
Gracias al cuidado de los médicos Stacey ahora sabe que la próxima vez que vaya al salón de belleza pedirá que esterilicen los aparatos delante suya.
Además pretende presentar una denuncia de forma oficial contra el salón de belleza en cuanto reciba el alta del hospital con tal de ayudar a evitar que a otro cliente le suceda lo mismo.
Stacey lleva casi una semana en el hospital luchando contra la infección pero sus médicos están seguros de que se recuperará pronto.
Comparte esta historia para que nadie tenga que pasar por esta desagradable situación de nuevo Fuente Faith Pat