En 2012, los pasajeros del crucero "Costa Concordia" vivieron una terrible experiencia que no olvidarán en sus vidas. El crucero en el que viajaban naufragó causando 33 muertos y al menos 64 heridos. Durante los primeros minutos de lo que se esperaba que fuese un largo viaje, el Costa Concordia golpeó con el casco una gran formación rocosa submarina muy cerca de la costa de Italia.
El golpe ocasionó un enorme agujero que provocó que el crucero volcase en cuestión de horas, el primero en la historia en hacerlo. Si normalmente este método de viaje es muy seguro ya que sigue unas rutas cuidadosamente trazadas, ¿qué fue lo que pudo ocurrir para que se originase este desastre?
El capitán del barco, Francesco Schettino, se desvió del curso y se acercó demasiado a la Isla de Giglio donde se produjo la colisión con la formación rocosa. La justicia amenazó con encarcelarlo hasta 26 años, pero tras un largo juicio, la pena por los errores que cometió aquel día solo lo mandaría 16 años a una celda.
Afortunadamente, el impacto ecológico de aquel naufragio no tuvo las nefastas consecuencias que se esperaba. Los expertos temían que el barco hundido cayera en aguas más profundas haciendo imposible su recuperación. También era bastante preocupante una posible fuga de aceite o combustible a gran escala.
Para marzo de ese año, todo el combustible fue extraído con éxito, y en 2014 pudo ser remolcado hasta el puerto de origen. Ahora tenemos la oportunidad de echar un vistazo a los restos recuperados de la nave en los que muchos han llamado como la mayor operación de salvamento marítimo.