Independientemente de si es verano o invierno siempre deberías tener siempre en casa una bolsa de frío/calor en casa para poder congelarla o calentarla y así poder ponerla en cualquier parte de nuestro cuerpo en caso de que nos demos un fuerte golpe.
Estos paquetes o "gelatinas" no las venden en cualquier sitio, son un poco difíciles de encontrar y además pueden llegar a ser bastante costosas.
Si estás buscando una y no sabes dónde comprarla, prueba a hacerla tú mismo de la manera más sencilla.
Materiales para crear tu bolsa de frío o calor casera:
- Una bolsa que se cierre herméticamente
- Líquido para lavar platos
- 1/4 de taza de alcohol
Para hacerlo solo tendrás que seguir estos pasos
1- Mezcla el líquido para lavar los platos con el alcohol
También puedes usar detergente líquido o una mezcla diferente utilizando la misma cantidad de agua y alcohol.
2- Vierte la mezcla en la bolsa con cierre hermético.
Debes llenar las 3 cuartas partes de la capacidad de la bolsa y, una vez que la cierres, sacar todo el aire posible de dentro para que se cierre lo mejor posible.
Para asegurarte de que no se sale nada de la mezcla, introduce esta bolsa dentro de otra bolsa igual y vuelve a cerrar esta segunda bolsa herméticamente.
3- Introduce la bolsa en el congelador
La mezcla no llegará a congelarse como si fuese un bloque sólido, quedará siempre maleable para que puedas adaptar la forma a cualquier parte del cuerpo. Si en algún momento deseas no utilizarla más, puedes descongelarla y usar el líquido para limipar de manera normal como lo hubieses hecho siempre.
No solo es una manera fácil de crear tu propia gelatina sin gastar nada de dinero, sino que además te durará mucho más que cualquier gelatina que compres en tienda. Lo que sí debes tener en cuenta es que no debes pegarla a la piel directamente nada más sacarla del congelador, envuélvela mejor en una toalla o un paño para que no se te congele esa zona. Puedes utilizarla tantas veces como quieras y para la parte del cuerpo que necesites.