Probablemente este fin de semana has invitado a todos tus amigos a casa para comer y después de la comilona te has encontrado con una montaña de pan que para el lunes ya va a estar tan duro que será inservible.
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Pocas cosas hay más placenteras que el olor de una hogaza de pan recién horneada, pero a menos que te cases con un panadero, en cuyo caso siempre te acostarás temprano, es difícil mantener esa textura y crujir de un pan recién hecho.
Además, el pan es uno de los alimentos más perecederos y en tan solo unos días ya está duro como una piedra, para que recupere parte de su encanto original solo tienes que:
Humedece un trozo de papel.
Envuelve el papel alrededor del pan duro. Si el pan es más grande que tu microondas solo tienes que partirlo en trozos más pequeños y repetir la operación con cada uno de ellos.
Ponlo en el microondas a máxima potencia durante 10 segundos y ya tendrás tu pan tierno como el primer día.
2- Segundo horneado
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Más allá de la magia de Punset, este método es más antiguo que el pan.
Precalienta el horno a 150º y mientras tanto envuelve el pan duro en papel de aluminio. Tendrá que estar en el horno entre 5-20 min dependiendo del tamaño del pan.
Si esta muy duro, puedes humedecer el pan antes de envolverlo, como en el paso anterior. Aquí tienes que tener cuidado para que no te quede demasiado blando. Lo mejor es el ensayo y error.
3- El truco del apio
De este truco probablemente nunca hayas oido hablar.
Coge tu pan duro y mételo en una bolsa junto con un trozo de apio. Asegúrate de que la bolsa esta herméticamente cerrada.
Mételo en la nevera durante unas horas, una noche entera si el pan esta muy duro. Al sacarlo notarás como el apio se ha secado y el pan ha absorbido parte del agua.
Si ninguna de estas ideas para recuperar tu pan duro te convence, siempre puedes alimentar a las palomas del parque en un ataque de jubilación anticipada.
Comparte estos ingeniosos trucos para que nunca más tengas que tirar el pan duro. Fuente: Hefty
