El parto es uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer. La mayoría de nosotros estamos bastante informados a cerca de cómo es un parto, sin embargo, aún nos queda mucho por aprender. ¿Sabías que es muy común que las mujeres hagan caca mientras están pariendo?
En el artículo de hoy hemos recopilado las declaraciones de 9 mujeres que cuentan cómo vivieron ese momento.
La Dra. Kyrin Dunston, asegura que defecar mientras se da a luz es algo muy normal. "La pelvis no puede contener tanta materia y la expulsa de manera natural", explica. "Cuando sale la cabeza del bebé, sale todo lo demás, incluida la orina y las heces".
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La historia de 9 mujeres que hicieron caca mientras daban a luz
1- Amanda, 32 años
"Los humanos son animales y no hay absolutamente nada más primario que dar a luz. Créeme, estás demasiado ocupada empujando y lidiando con el dolor como para impedir que la caca salga de tu trasero. Ni siquiera mi marido se preocupó. Seguí gritando en la camilla. Hay tanta presión que realmente sientes como si todo tu interior estuviese saliendo."
2- Maya, 39 años
"Sentía cómo salían los excrementos mientras empujaba. Me pusieron la epidural, pero el efecto casi había desaparecido. Luego, cuando vi que la enfermera lo limpiaba rápidamente, supe que tenía razón, era caca. Estaba tan concentrada en empujar que no me importaba nada más."
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3- Mary, 31 años
"Como muchas mamás primerizas, me preocupaba mucho la idea de hacer caca durante el parto, pero, muy a mi pesar, acabó sucedió. Seguí gritándole a las enfermeras: " ¿Es caca?". Estaba tan avergonzada que no paraba de disculparme. En el momento en el que sientes tanta presión, es difícil distinguir una función corporal de la otra. Ya solo empujaba, y, obviamente, la forma de empujar es la misma cuando das a luz que cuando defecas. Parecía como si estuviese cagando todo el tiempo, pero fue solo un segundo y las enfermeras se encargaron de limpiarlo."
4- Jenny, 37 años
"Estaba preparada para la posibilidad de hacer caca porque ya sabía que podía pasar. Lo que realmente debemos saber es que el médico básicamente te pide que te cagues. Te dicen que 'empujes como si estuvieras cagando'. Me pusieron la epidural y no sentí mucho, pero de alguna manera sabía que estaba sucediendo. Solo sucedió una vez durante lo que fue un parto bastante largo. Mi marido estaba sosteniendo una de mis piernas en ese momento, obviamente lo vio, pero no dijo nada hasta que se lo mencioné unos días más tarde. Ahora nos reímos mucho de ese momento."
5- Jane, 31 años
"Sucede, pero en este momento es la menor de tus preocupaciones. Estuve de parto durante 56 horas y, al final, hacer caca realmente era lo que menos me preocupaba."
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6- Jenny, 36 años
"Le dije a mi pareja que no mirase cómo el bebé salía de mi vagina porque no quería que viese otras cosas que también podían salir de mí. Me daba mucha vergüenza que lo viese. Cuando llegó el momento del parto, fue todo tan emotivo, hermoso e increíble que no había nada que me importase más que ver a mi hijo por fin."
7- Marcela, 24 años
"Estaba en la habitación con mi primo mientras ella daba a luz y, sin saberlo, yo también estaba embarazada. Todo lo que me podía imaginar estaba sucediendo en esa sala de partos. Recuerdo que pensaba: 'espero que el día que de a luz, mi parto sea limpio y perfecto'. Nueve meses más tarde, eso era lo último que me preocupaba, solo quería tener a mi bebé conmigo. Es totalmente normal defecar durante el parto. Ni siquiera lo sentí, solo recuerdo ver a la enfermera limpiarlo todo."
8- Sara, 27 años
"Me puse de parto en mitad de la noche y todo sucedió muy rápido. Cuando llegó el momento de empujar, tuve en cuenta lo que me dijeron en las clases de preparación: 'si haces caca mientras empujas, es porque estás empujando bien'. Por eso, cuando vi a las enfermeras limpiar mi trasero, me sentí incluso orgullosa. No hay de que avergonzarse. ¡Estás trayendo una vida al mundo! ¿A quién le importa la caca?"
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9- Sanchia, 29 años
"Me puse de parto en una piscina de parto en el hospital, con mi esposo agarrándome de ambas manos. Estaba inclinada sobre los bordes de la piscina y la matrona me dijo que con la siguiente contracción debía empujar hacia abajo, como si estuviera defecando. Dije que estaba preocupada de que realmente saliese caca, pero ella me aseguró que era muy poco probable, así que empujé. Estaba convencida de que había cagado pero ella me dijo 'no, está todo bien'. Luego, miré a mi marido y asintió con la cabeza para confirmar que, sí, había salido caca."
