De acuerdo con las recomendaciones dietéticas más recientes, se recomienda tomar 2.300 miligramos de sodio, aproximadamente una cucharadita, al día. Sin embargo, se estima que nuestro consumo medio supera los 3.400 miligramos.
Lamentablemente para nosotros, lo que puede parecer una diferencia sin importancia, puede provocar serios problemas de salud con el tiempo.
A continuación te mostramos 7 señales que indican que tu ingesta de sal está por encima de la recomendada:
1- Hinchazón
Si tienes los ojos y los pies hinchados por las mañanas y tus anillos parecen estar un poco apretados, es muy posible que estés tomando demasiada sal.
La dolencia que provoca que tu cuerpo comience a retener demasiada agua como resultado de una elevada ingesta de sal se conoce como edema y debe ser tratada mediante una dieta muy restrictiva.
2- Sed excesiva
El sodio que se encuentra en la sal ayuda a equilibrar el líquido en el cuerpo. Cuando tomamos demasiada sal, el cuerpo necesita más líquidos para poder depurar el sistema y que nuestros músculos y otros órganos puedan funcionar como deben. Esa es la manera en que el cuerpo corrige la relación sodio-agua.
No beber suficiente agua podría obligar al cuerpo a extraer líquido de las células, lo que podría causar deshidratación.
3- Cambios en la micción
Por norma general, la acumulación de sodio en el cuerpo provoca cambios graves en la micción debido principalmente a dos razones:
1- Ingerir mucha sal hace que los riñones tengan que trabajar de más para poder sacarla del cuerpo. Esto puede provocar un problema renal que suele hacer que orinemos más frecuentemente y lo hagamos de un color casi o completamente transparente.
2- Si los niveles de sodio se disparan, nuestro cuerpo tiende a deshidratarse. Cuando hay una pérdida significativa de agua en el cuerpo, la producción de orina disminuye y se vuelve espesa y de color amarillo oscuro.
4- Dolor de huesos
El consumo excesivo de sal debilita nuestros huesos. Si los riñones no son capaces de eliminar toda la sal que tomamos, esta facilita la pérdida de calcio. Una deficiencia crónica de calcio puede dar como resultado huesos débiles, problemas en los dientes e incluso puede causar el desarrollo de osteoporosis.
5- Calambres musculares
Mantener el equilibrio adecuado de sodio y potasio es un factor clave si queremos disfrutar de un buen estado físico, pues estos elementos químicos son responsables de las contracciones musculares.
Si por alguna razón descuidamos dicho balance, puede que experimentemos calambres y dolores musculares.
6- Dolor de cabeza persistentes
El consumo excesivo de sodio aumenta el volumen de la sangre, haciendo que esta ocupe más espacio en los vasos sanguíneos. Esta expansión de los vasos sanguíneos causa presión arterial alta (hipertensión) y como resultado, puede desencadenar dolores de cabeza severos.
7- Problemas cognitivos
La hipertensión causada por el exceso de sal puede dañar las arterias que llegan hasta el cerebro, lo que puede afectar a nuestra capacidad para pensar con claridad y dificultar nuestra concentración a la hora de realizar tareas cotidianas.
Por otro lado, permanecer deshidratado puede dañar la memoria, generar una sensación de cansancio y ralentizar nuestra velocidad mental.