Las ventajas de ser millonario son obvias. Te puedes permitir adquirir cualquier cosa sin tener que pensar en las consecuencias económicas y casi nunca piensas que no puedas tener algo.
El problema está cuando un millonario se pasa de derrochador y empieza a gastarse el dinero en cosas absurdas. Aquí os presentamos algunos casos.
Millonarios que desperdiciaron su dinero
1- Isla Pirata
Un millonario de quien no sabemos su nombre, adquirió un terreno y, apasionado por la vida y las cosas piratas decidió construir una isla pirata en mitad de un lago. Un gran derroche que va a permitir al excéntrico millonario vivir la vida pirata que estaba deseando.
2- Arca de Noé
El millonario Johan Huibers decidió construir una réplica del arca de Noé, y lo consiguió. Tras una pesadilla donde soñaba que la mitad de Holanda se inundaba, Huibers empezó con su idea de crear el arca.
En 2009 comenzó, y creó una embarcación de 125 metros de largo y 23 metros de alto que tiene una capacidad para 5 mil personas. Toda una locura.
3- El coche más caro del mundo
El empresario brasileño Francisco Chiquinho compró uno de los coches más caros del momento, un Bentley valorado en medio millón de dólares. Lo mejor de todo es que lo enterró en su jardín para poder tenerlo en la otra vida. Todo un visionario.
4- Tabla de ajedrez
Un político tijuanense se gastó 1,8 millones de euros en una tabla de ajedrez creada con diamantes. Esperamos que la experiencia de jugarlo le sea maravillosa.
5- El Santo Grial
El actual rey de Arabia Saudita, Salmán bin Abdulaziz, afirma haber adquirido el Santo Grial por nada más y nada menos que 50 millones de dólares. Muchos historiadores han podido analizarlo y están casi seguros de que en algún momento este grial contuvo sangre de Jesucristo.
6- Una ciudad
Kim Basinger se gastó 20 millones de dólares en comprar Braselton, un pequeño pueblo de Georgia donde Kim nació. Tras más de un año de negociaciones adquirió cerca de 1600 hectáreas, con todas las propiedades y negocios que en ellas había.
7- Jet privado de oro
Donald Trump no podía quedarse fuera de este top. La manía de recubrir cosas de oro hizo que se gastara 100 millones de dólares en la compra de un jet privado cubierto de oro.