Cada vez son más las personas conscientes del papel fundamental que juegan las abejas en la naturaleza, sin embargo, parece no ser suficiente ya con el paso del tiempo también son más las especies de abejas que se ven enfrentadas a la extinción. Sin ir más lejos,  recientemente el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de los Estados Unidos situó oficialmente a siete especies de abejas en la lista de especies en peligro de extinción.

Las abejas son cruciales para los ecosistemas debido a la incansable labor que realizan como polinizadoras. Lo creas o no, lo cierto es que dependemos de ellas para poder cultivar gran parte de nuestros productos. Alrededor del 30% de los cultivos de todo el mundo dependen de la polinización cruzada. Afortunadamente, existen varias formas fáciles y sencillas en las que podemos ayudar a estos diminutos insectos para así ayudarnos a nosotros.

Estas son algunas de las maneras en que puedes ayudar a las abejas en este mismo instante: 1- Cultiva las plantas apropiadas

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Debido a que cada vez existen menos espacios para flores y jardines, las abejas tienen cada vez más difícil la tarea de encontrar alimento. La solución a este problema es bien sencilla: simplemente deberás cultivar un jardín en tu porche o patio trasero centrado en la alimentación de estos insectos. También es buena idea plantar varias especies de forma que el jardín esté en floración todo el año para que las abejas tengan acceso a una fuente de alimento de forma continua.

Una vez que sus abejas tienen algo para comer, puede construir un hogar potencial para los visitantes. Deje un lugar en su jardín abierto para las abejas a madriguera, y añadir algunas ramas o bambú para las abejas que anidan la madera. Y recuerde siempre utilizar solamente pesticidas y fertilizantes naturales que no dañarán a las abejas que revolotean cerca.

2- Deja que crezcan algunas hierbas

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Un jardín lleno de vida siempre beneficiará a las abejas. Una buena cantidad de dientes de león y de tréboles hará que las abejas se sientan más tranquilas. Las hierbas y flores silvestres ofrecen nutrientes muy necesarios para estos insectos. Los dientes de león en particular son extremadamente beneficiosos tanto para las abejas como para otros polinizadores como pueden ser las mariposas, los escarabajos o los sírfidos.

Estas plantas suelen florecer entre marzo y mayo, por lo que están listas para ser polinizadas justo cuando estos insectos se están despertando de la hibernación. Por otra parte, la eliminación de los pesticidas hará que aire quede libre de venenos y los insectos tengan más ganas de visitar nuestro jardín.

3- Compra miel y cera de abeja local

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Comprar miel u otros productos a un apicultor local es una manera eficaz de apoyar la polinización local. El apicultor nunca perjudicará o molestará a las abejas de manera significativa. Muy a menudo las abejas suelen crear excedente de miel, por lo que no se darán cuenta si tomamos un poco para nosotros.

4- Proporciona agua para las abejas sedientas

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Las abejas necesitan agua como todos los animales, por lo siempre están a la búsqueda de charcos superficiales o baños de pájaros para saciar su sed. Simplemente dejando un pequeño plato lleno de agua estarás ayudando a que las abejas de tu barrio permanezcan hidratadas. Sólo asegúrate de colocar una pequeña roca u otro objeto para que se posen mientras beben y no terminen ahogadas.

5- Ve de compras

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Existen un montón de productos en el mercado que pueden ser de ayuda a las abejas. Si preparar un jardín por completo te parece demasiado trabajo, quizás te convenga comprar unas cuantas bombas de semillas. Estos pequeñas bolas de arcilla contienen multitud de semillas que con el tiempo se convertirán en un bonito paño de flores silvestres.

6- Trabaja como voluntario

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¿Te sientes realmente comprometido con la causa? ¡Estupendo! Existe un montón de maneras en la que puedes utilizar tu tiempo para ayudar a las abejas. Si te ves con ganas incluso podrías cuidar de una colmena de abejas en tu patio trasero. La Asociación de Apicultores de Nueva York ofrece un programa en el que la gente ofrece sus patios o tejados para mantener las colmenas de los apicultores urbanos. De esta manera se anima a la gente a que hayan más colmenas en la ciudad y se proporcionen más programas educativos para la comunidad.

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