Hoy toca remangarse para limpiar el horno, así que enfundémonos los guantes de goma y como auténticos profesionales, dejemos el horno como nuevo.
En realidad, es sencillo mantenerlo limpio, siempre que lo hagas regularmente. Y recuerda, la limpieza del horno es fundamental para su correcto funcionamiento y por supuesto, para evitar que nuestros alimentos se contaminen y tengamos problemas de salud.
A continuación te mostramos 5 trucos para que tu horno siempre esté brillante y reluciente:
1- Límpialo tras cado uso
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Puede parecer obvio, pero algo tan sencillo como limpiar el horno tras utilizarlo te garantizará que la suciedad no se acumule.
Y no solo eso, de esta forma la grasa y los restos de comida carbonizados no se incrustarán haciendo que sea mucho más fácil dejarlo listo para cocinar de nuevo.
Si lo haces regularmente, un pequeño estropajo y un poco de detergente o lavavajillas será más que suficiente para mantener la higiene de tu horno una vez que se enfríe.
2- Retira las bandejas y rejillas
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Para poder llevar a cabo esta tarea con mayor rapidez y eficacia es recomendable sacar las bandejas y las partes extraíbles. Estas las puedes enjabonar por separado en el fregadero o un barreño, para luego limpiarlas con una bayeta y un líquido quitagrasas a ser posible.
3- Guantes y mascarillas para protección personal
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En demasiadas ocasiones pasamos por alto lo nocivos que pueden llegar a ser algunos artículos para la limpieza de nuestras cocinas y baños. Por esta razón es muy recomendable que utilices unos guantes resistentes que protejan tu piel y una mascarilla que evite la inhalación de los vapores tóxicos que desprendes ciertos productos de limpieza.
4- No te olvides de los remedios caseros
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Como ya hemos mencionado, muchos de los productos utilizados para quitar la grasa de nuestros electrodomésticos pueden ser bastante tóxicos, por lo que siempre es buena idea probar con alternativas naturales, mucho menos dañinas para nuestro cuerpo.
Una de las más conocidas es una pasta resultante de la combinación de agua, bicarbonato de sodio y sal. Una vez preparada esta pasta, aplícala generosamente por dentro y por fuera del horno, por los interiores y por los cristales de la puerta. Deja que actúe durante una hora más o menos y retira los restos con la ayuda de una bayeta húmeda. Como toque final, humedece un paño en un poco de vinagre y elimina la suciedad restante.
5- Limón para los malos olores
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Independientemente de cómo decidas sacar brillo a tu horno, puedes poner un magnífico punto y final al proceso de limpieza con algo tan básico como un limón.
¿Quieres sacarle el máximo provecho a tus limones?
El truco es el siguiente: exprime el zumo de un par de limones y hornéalo durante una media hora a una temperatura de 250 grados aproximadamente. Una vez transcurrido el tiempo, saca el recipiente con el zumo de limón y listo. ¡El aparato estará como nuevo!
Recuerda que lo fundamental es evitar que se acumule el trabajo, así que después de cada uso dedica unos minutos a darle al menos con un paño húmedo.
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