El verano es un momento difícil para la gente como yo. Solo queremos salir a la calle y disfrutar del sol, pero por mucho que nos guste el sol, simplemente él no nos quiere.
Así que nos aplicamos la crema de protección solar con la esperanza de que nos vaya a proporcionar algo parecido a una protección para así poder salir a la calle. La mayoría de las veces esta táctica funciona. Más o menos…
Otras veces, nos encontramos con el despiste de nuestra vida. Ya se trate de que falte una zona por aplicar la protección, u olvidarte de volver a aplicar la crema después de nadar, las quemaduras solares como éstas son a la vez dolorosas y divertidas.
1. Siempre parece que es una buena idea …
«¡Vayamos a la playa! Será divertido, decían….»
2. Estoy bastante seguro de que hay que aplicar protector solar de manera uniforme.
«¡Menudo bromista el que le aplicó la crema!»
3. Oh, la ironía
¿Te apetece una napolitana?