A nuestras mascotas les gustan tanto ir al veterinario como a nosotros al dentista. Nuestras preciosas bolas de pelo pueden esconderse en la casa, agarrarse con sus uñas al asiento trasero del coche, pero nada de eso les sirve cuando toca una visita importante al veterinario.
Hemos compilado una lista de algunas de las expresiones más divertidas que los animales tuvieron después de sus consultas al veterinario, para mostrarte que los veterinarios no son sus amigos.
Algunos están colocados con su medicación, algunos ya han entrado en la fase de «Nunca te perdonaré», pero todas estas reacciones implican que hay algo deshonesto en la relación entre dueño y mascota. Al menos cuando se trata de visitar la clínica de animales (¿tal vez sentirían algo diferente si pudieran entender las caras tan divertidas que ponen algunos de ellos?).