Es muy decepcionante esforzarte por mantener un estilo de vida saludable y no ver los resultados. A muchos nos ha pasado que aunque nos esforcemos por ir al gimnasio y comer sano, nuestro peso no logra mantenerse a raya.
¿Quieres saber qué errores puedes estar cometiendo?
Descubre la razón que te impide bajar de peso
Estrés
El estrés es uno de los principales enemigos si buscas bajar de peso. Cuando vives agobiado segregas una sustancia llamada cortisol que provoca el acumulamiento de grasa alrededor del abdomen.
El ejercicio debería ayudarte a disminuir el estrés, pero si no te funciona, prueba con otras actividades como leer, pasear,...
Desequilibrio hormonal
Según los expertos, la principal razón por la que no consigues perder peso es debido a las hormonas y a la edad.
En los hombres, con los años, los niveles de testosterona comienzan a disminuir y esto puede dar lugar a grasa alrededor de la zona del estómago.
En las mujeres, a una edad temprana la grasa se concentra más en las caderas y los muslos, pero una vez que alcanzan la menopausia, la grasa tiende a redistribuirse al estómago.
Comidas insuficientes
Cuando se come en pocas cantidades, el cuerpo piensa que no será alimentado en un tiempo prologando, por lo que todo lo que ingiere, lo convierte en reservas (grasa) para poder afrontarlo.
Así que lo que conseguimos es que nuestro organismo trabaje muy lento y por tanto se engorde sin razón aparente.
Saltarse comidas
Saltarte comidas provoca exactamente lo contrario de lo que deseas, es decir, ¡subes de peso! Dejar de comer es una señal para el cuerpo de ahorrar energía y esto significa guardar más grasa.
Tenemos una reserva estratégica de energía en el hígado, que dura alrededor de 4 horas cuando se es una persona sedentaria, si en ese tiempo no comes nada, el cuerpo empieza a ahorrarla para que no le falte en sus funciones vitales.
Falta de sueño
Varios estudios han confirmado que dormir menos de seis horas al día, puede incrementar los niveles de la hormona Ghrelin, que estimula el apetito.
Por lo que cometemos un error si pensamos que solo con el gimnasio y una alimentación equilibrada, podremos conseguir resultados.
Falta de agua
Es una de las razones más comunes por la que tu cuerpo no está cambiando. Además de hidratarte, cuando bebemos agua de forma regular, ayudamos al cuerpo a eliminar todo lo que no necesita. También nos ayuda a controlar las porciones de comida, al llenarnos más rápido.
Consumo de alcohol
Las bebidas alcohólicas tienen la propiedad de hinchar el cuerpo y disminuir la capacidad de procesar los alimentos con rapidez. Además, las bebidas alcohólicas populares pueden superar las 240 calorías cada una, lo cual puede equivaler a una porción de pizza.
Exceso de productos light
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Es frecuente pensar que los productos que llevan ese calificativo son buenos y que no engordan, por eso te permites una ración más.
El hecho de que tengan menos calorías que la versión original no los convierte en la mejor y única opción cuando queremos bajar de peso.
Además, cuando se les quita un ingrediente se sustituye por otro que no necesariamente disminuye las calorías.
Hacer solo cardio
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Muchos acuden al gimnasio y solo realizan unos pocos minutos de cardio. La mejor parte del entrenamiento son las pesas, e incluso, puedes llegar a quemar más grasas con un entrenamiento de pesas que con 20 minutos de cardio.
Otro punto a favor es que levantar pesas te ayuda a fortalecer y tonificar los músculos, porque con solo ejercicio cardiovascular, quedarán flácidos.
Comer de pie
Pararte frente a la nevera o en la mesa de la cocina para comer no es algo que ahorre tiempo o energía, al contrario lleva a comer sin control. Te recomendamos que asignes un tiempo a las comidas y las hagas en un lugar fuera de la cocina y sentado.
Ya sabes, el ejercicio y la alimentación no son lo único que puede estar afectando el cumplimiento de tus objetivos a la hora de bajar de peso. Para llegar a la raíz del problema, lo mejor es que verifiques cada uno de los puntos anteriores y te fijes en cuál es en el que estás fallando.
