A día de hoy, las actitudes machistas más obvias la tenemos claras. Esas que, de forma explícita y abierta, han colocado a la mujer un escalón por debajo del hombre en ámbitos familiares, jurídicos, económicos y sociales.
Las que apoyan la idea de que el hombre y la mujer tienen ambiciones y metas en la vida diferentes desde el momento que nacen.
Sin embargo, hoy vamos a centrarnos en los micromachismos. Esas manifestaciones sutiles de machismos que a menudo pasan totalmente inadvertidas. Son un machismo subterráneo, que no hace saltar nuestras alarmas la mayor parte de las veces.
Dado nuestra naturaleza sociable, los humanos pasamos gran parte de nuestro tiempo hablando.
Es normal, por tanto, que escuchemos y digamos de manera inconsciente multitud de frases, con nuestros amigos, en nuestro entorno familiar o a nuestra pareja, que pasan desapercibidas aún teniendo un mensaje machista escondido.
El sistema heteropatriarcal en que vivimos impregna la vida doméstica, la laboral y hasta la forma en que nos comunicamos.
A continuación te mostramos algunos ejemplos de micromachismos (ejemplos de discriminación débiles e imperceptibles) que muchas mujeres sufren a diario y deberían desaparecer.